Amar a alguien que te cae mal puede salvarte | Madre María

Cuando logré Mi propia Ascensión, una vez que hube hablado con los discípulos y apóstoles, cuando Juan recibió su Ascensión y nos unimos al amado Jesús en el Ámbito de los Maestros Ascendidos, se me dio a escoger lo mismo que tendrán ustedes que escoger: proseguir a una gloria superior. Yo dije, “No, permaneceré como madre de la Tierra, de los rezagados y de todos los que sobre ella están, sosteniendo el Concepto Inmaculado para la Tierra y para todo lo que vive, en, a través y alrededor de ella, hasta que se manifieste.” ¡Y esto es lo que estoy haciendo! ¿Están ustedes haciendo algo similar siquiera por uno, por el ser que aman —humano, animal o elemental? No les pido que asuman toda la raza humana, Amados Míos, ya que sé que eso es imposible; pero sí Me gustaría que lo trataran con alguien que les produce antipatía. Es fácil amar a quienes los aman. Es fácil tener un sentimiento de feliz gratitud por asociarse con quienes tienen una afinidad, seguramente, tan fácil como lo es para Mí y para el Señor Rafael trabajar con los Ángeles Libres-en-Dios o en el Templo del Sagrado Corazón, con Jesús o con Saint Germain.

¡Amados Míos! No acepten sentimientos de discordia y depresión que están buscando un hogar —¡porque ellos constituyen una actividad vampiresca que requiere de energía para vivir! Anclen su mundo emocional en el mío, si así lo desean, o en el de cualquier otro Ser Ascendido, y extraigan de ellos el sentimiento del optimismo iluminado, la confianza, la fe y la convicción Divina de que TODO ESTA BIEN y de que TODO ESTARÁ AÚN MEJOR.

Amen a sus enemigos, traten bondadosamente a quienes con desprecio los tratan a Ustedes, y abrirán las puertas del reino de los cielos.

Asuman la tarea de amar a alguien que su propia conciencia externa considera repelente. No les hablen al respecto, porque ellos probablemente se sentirán igual de repelentes con respecto a ustedes. Si pueden si pueden verter (y verterán) ese puro Amor Divino sin una señal externa de labio, mirada o mano a esa persona, les prometo, en el nombre de Jesucristo Ascendido, que ustedes experimentarán el rejuvenecimiento del cuerpo físico, el balance de la mente y de las emociones, la clarificación del cuerpo mental, la purificación del cuerpo etérico, y un mejor hombre, mujer o niño. Hasta podrán amar a un animal que antes les disgustaba.

Sencillamente amen esa vida hasta que obtengan felicidad y armonía de ello, y ésa será su recompensa —así como la recompensa de Lady Nada estuvo en el deleite que le producían las bellas canciones y la bella obra de arte de sus hermanas y en su humildad, bajo la amada Caridad, de nunca permitir que siquiera su padre, su madre ni sus hermanas supieran que era el amor que ella vertía hacia ellos cuando dormían, lo que desenvolvió sus talentos y los liberó.

La petición que le hago a Mis hijos, de parte de una madre amorosa de todos —una madre que hizo sus corazones y cuerpos, que los ama y que los ha amado a lo largo de los años y de las encarnaciones, mientras que ustedes buscaban los atajos de los sentidos —es que conscientemente acepten el Concepto Divino para sí, para el planeta que ha sido su anfitrión, y para todo lo que vive en, a través y alrededor de él —una madre que es lo suficientemente estricta para sostener el Concepto Inmaculado para ustedes —Luz brillante, deslumbrante, flameante.

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Tomado del libro: Diario del Puente a la Libertad –  Madre María

Serapis Bey Editores