En las edades, antes que el velo de maya fuera creado, bloqueando la presencia visible y tangible de los Seres Divinos quienes eran los consejeros de la raza, así como sus obedientes sirvientes; las Huestes Angélica, Querúbica y Seráfica, la Tierra se asemejaba al Reino del Cielo. Cada hombre, mujer y niño tenía acceso a estos Divinos personajes, así como a un contacto individual con su propia Divina Presencia “YO SOY”, cuyas directrices, todos seguían en amorosa, jubilosa y cooperativa obediencia a la Santa Voluntad de Dios.
La nueva Edad Dorada —la cual es Mi feliz oportunidad de traer adelante sobre esta dulce Tierra— manifestará otra vez la amorosa y jubilosa cooperación de estos tres Reinos, los cuales están, aún ahora siendo purificados, preparándose para ese día cuando Ángeles, hombres y elementales servirán juntos con UN PROPÓSITO, hacer de esta dulce Tierra la Santa Estrella de la Liberación.
La Hueste Angélica es, por Su naturaleza, obediente a la santa Voluntad de Dios. El reino elemental, por medio de la influencia de sus poderosos Directores, han servido a la humanidad larga y fielmente con poco reconocimiento consciente de tal paciencia y servicio constante. Sin embargo, la humanidad, en su mayor parte, mediante el uso destructivo del libre albedrío, hasta este momento, ha rehusado cooperar amorosamente con los otros dos Reinos, quienes han sostenido, literalmente, la presencia espiritual así como la física del hombre aquí sobre la Tierra. ¡Este día terminó! El fíat cósmico ha venido a la Gran Hermandad Blanca, que en su momento ha instruido a sus chelas confiables a este efecto, de que LA HUMANIDAD TIENE QUE SALIR DE LA DEPENDENCIA DE SUS PROTECTORES INVISIBLES Y GUÍAS.
El Reino Elemental, mantenido a raya por Sus poderosos Directores, se ha rebelado ante la ingratitud de los beneficiarios de Sus servicios a lo largo de eones. Los Ángeles, por supuesto, nunca están sujetos a los sentimientos humanos y cooperan voluntariamente prestando Su servicio de Ministración amorosa a la raza recalcitrante. No obstante, como la Edad Dorada Permanente REQUIERE de la cooperación consciente de los tres Reinos para re-crear la belleza indicativa del Séptimo Rayo del cual Yo soy el actual representante, por favor, les imploro a aquéllos interesados en este evento Cósmico que Nos ayuden a eliminar del Reino Elemental todas esas rebeliones y resentimientos que podrían causar acciones cataclísmicas innecesarias, invitando la presencia de la Hueste Angélica en medio de ellos como seres vivientes e inteligentes, quien puede ayudarlos en la creación y sostenimiento de un estado de gracia escuchante; y para que, doquiera que la discreción lo permita, traigan a la atención de sus contemporáneos la belleza que resultará de tal cooperación amorosa entre Ángeles, hombres y el Reino Elemental.
Para este fin apelo confiadamente hacia Mis apreciados y sinceros chelas, quienes han prometido servir a la Causa de la Liberación Espiritual y ayudar, de acuerdo a sus capacidades desarrolladas, a prepararse para este día. Agradeciendo a ustedes por su continuo servicio en el futuro, Soy siempre su amigo amoroso y sirviente, a medida que continúan en sus esfuerzos individuales y colectivos para liberar toda vida aprisionada.
Tomado del libro: Puente a la Libertad – Saint Germain
Serapis Bey Editores
Amén