Así luce la energía del miedo alrededor de ustedes | Arcángel Miguel

Cuando paso por la atmósfera interna de la Tierra, a través de las conciencias etérica, mental y emocional de la gente, encuentro que el tamaño de esa sustancia gris, que es la emanación de miedo a la guerra, a las bombas, a las plagas, a las epidemias, enfermedades y actividades cataclísmicas, es mayor que en cualquier momento desde antes del hundimiento de Atlántida. Nunca he visto tal “smog” de miedo dentro de la conciencia de las personas como en la actualidad. Hemos atraído desde sistemas encima del Nuestro, a miembros adicionales al Rayo Azul de la Hueste Angélica, para que Nos asistan en la extraordinaria tarea de transmutación de esta emanación.

Ahora bien, ¿Qué exactamente causa eso? Un individuo, digamos dentro de una unidad familiar, lee, escucha o siente alguna cosa inusual e inmediatamente desde su cuerpo físico y vehículos internos emana esta sustancia gris la cual es recogida por la contaminación y por su familia inmediata. Luego, sale desde la familia hacia la ciudad, fluyendo desde la ciudad hasta la campiña, y de allí al estado o nación.

Debido a los inventos mecánicos que capacitan actualmente a la humanidad para comunicarse con toda la población de la tierra, en cuestión de segundos, las buenas o malas noticias viajan muy rápido.

Así es como esta sustancia gris es arrojada. La gente vive realmente dentro de ésta, y Nosotros pasamos gran parte de Nuestro tiempo revoloteando sobre los vehículos internos de la gente en un esfuerzo por sacar esa sustancia. Es pegajosa y difícil de liberar aún de las manos de quienes nunca han encarnado. Es extremadamente renuente a soltarse. Sin embargo, Nosotros hacemos eso y lo repetimos una y otra vez durante veintidós horas cada día, desenvolviéndonos en estas Actividades en las cuales estamos comprometidos ahora. Los Ángeles del fuego Violeta y los Ángeles de la Pureza están asistiéndonos para cambiar la cualidad de esa energía. Mientras que los cuerpos duermen, cuando quiera que sea posible, las Guardianas Silenciosas de las localidades traen los individuos a Nuestro Retiro en Banff, y si ellos no están lo suficientemente evolucionados para entrar al Templo en sí, al menos obtienen la radiación de Fe en Dios en sus cuerpos etéricos, mientras permanecen en los jardines exteriores. Luego, los hogares se limpian y se purifican las familias, las ciudades, las aldeas, los condados, los estados y las naciones antes que la gente despierte en la mañana. Esa es una tarea de veinticuatro horas para los Colaboradores Celestiales porque algunas personas, en algún lugar, están despiertas a medida que la Tierra gira sobre Su eje.

CONTAGIO DEL MIEDO

¡Recuerden el poder contagioso del miedo! Pueden pensar que son inmunes al miedo, pero ustedes no han sentido la presión de la masa de una nación entera en aflicción-de un Planeta entero siendo sometido a un cambio. LOS EXHORTO CON AMOR A HACER SUS LLAMADOS A LA PRESENCIA “YO SOY” INFINITA PARA QUE HAGA RESPLANDECER A TRAVÉS DE USTEDES TODO PODER Y ACTIVIDAD DE PURIFICACIÓN PARA EXTRAER DE USTEDES TODA CAUSA Y NÚCLEO DE MIEDO (CONOCIDO O DESCONOCIDO) EN SU SER.

Comprendan, Amados Míos, que muchos de ustedes se hundieron con Atlántida; muchos de ustedes han sufrido serias perturbaciones y muertes violentas a manos de los elementos en diversas vidas. Estos registros etéricos están profundamente incrustados. De allí que a algunas personas no les guste el mar; de que a algunas personas no les guste el sonido del viento; de que a algunas personas no les guste el sentir de la tierra bajo sus pies; y de que algunas personas se asusten del fuego.

Es debido a que en alguna encarnación pasada, ha habido una experiencia que pareció, en el momento, una tragedia para el ser externo; y ese miedo es inherente en su ser hasta que podamos despojarlos con la base sólida de su Santo Ser Crístico y se paren absolutamente sin recordar el contagio del miedo del mundo exterior o la conexión con el miedo a través de su talón de Aquiles de la conciencia del miedo que esté dentro de ustedes.

Tomado del libro: Diario del Puente a la Libertad – Arcángel Miguel

Serapis Bey Editores