Nosotros los estamos preparando | Madre María

Los estamos preparando a ustedes para ser Nosotros manifiestos en la forma. Los estamos preparando para reducir Nuestra radiación, Nuestra con-ciencia, Nuestras cualidades y Nuestros milagros de perfección. Estamos tratando de sostener las masas hasta que ustedes estén listos. La gran misericordia de vida es tal que siempre habrá una guardia de avanzada, la cual estará en contacto con la presencia y la persona de los Maestros; y luego la guardia de avanzada, a su vez, a través del representante de los Maestros, llevarán la Enseñanza a las masas. Esto conserva Nuestra energía, y presta un servicio de misericordia al temperar la Luz y el Fuego de Nuestros Seres hasta el punto en que les resulta cómodo recibirla.

Es mucho lo que hay en materia de radiación graduada que la humanidad —y aún hasta los benditos estudiantes— todavía no entienden. Por ejemplo, alrededor del amado Sol en sí están los doce Grandes Seres que representan las virtudes, la naturaleza de Dios. Ellos han estado en el mundo exterior representados como los Signos del Zodíaco, pero en sus perfectas representaciones originales son seres de un poder tremendo. Es Su gran privilegio y honor suavizar la radiación y el glorioso esplendor de Dios-Sol y Diosa-Sol, de manera que hasta los ángeles, los querubines y los serafines puedan recibir esa radiación en sus seres sin ser abrumados por Su presencia.

Luego, los seres querúbicos y seráficos, los Arcángeles, a su vez, suavizan la radiación de ese esplendor, y lo llevan de esfera en esfera, avanzando en su recorrido hacia afuera a la periferia del universo. Nosotros, la Jerarquía que rodearnos a Sanat Kumara y que representamos a los guardianes de la humanidad, volvemos a tomar en Nuestros propios cuerpos esa luz flamígera, y la temperamos de acuerdo a Nuestra propia naturaleza, ofreciéndosela a los chelas que se han convertido en las conciencias encarnadas del más alto desarrollo. A su vez, estos chelas, diseminados por todo el mundo, encarnan Nuestra naturaleza, encarnan Nuestra Luz, comparten Nuestra con-ciencia, Nuestros planes y designios, y luego los llevan a quienes se encuentran más abajo en la escalera de la evolución. ¿Lo ven?

De esta manera, la gran gloria del Altísimo, las ideas divinas, la exquisita perfección de Lo Eterno, es gradualmente expandida y Su Luz, al pasar de esfera en esfera, es revestida con la atmósfera de la misma, en los cuerpos de las inteligencias que allí habitan, y reducida al punto en que los que se encuentran en la esfera inferior pueden disfrutar de ella sin ser abrumados por su presencia.

Tomado del libro: Diario del Puente a la Libertad –  Madre María

Serapis Bey Editores