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MEDICINA CÓSMICA – lección 26.1 – terapia de autocuración

La medicina cósmica es un método maravilloso de curación personal e impersonal, un medio efectivo para aliviar dolencias del cuerpo y del alma, para erradicar conflictos internos y externos. Una técnica maravillosa que puede ser adherida a cualquier terapia de curación.

La enfermedad como camino

A través de las enfermedades nuestro cuerpo se comunica con nosotros, por esa razón, la enfermedad es una forma de encontrar el camino de la transformación. Dependiendo del tipo de malestar, podemos saber cual es la causa que lo produce, corregirlo en el campo espiritual y regresar a nuestro estado prístino de salud perfecta.

En la descripción dejo la referencia de un libro que enseña la relación de las enfermedades con los pensamientos, sentimientos y memorias ancestrales.

Origen de las enfermedades

Recordemos que todo lo que se manifiesta a través de nosotros en el plano físico es el resultado de la vibración positiva o negativa de los cuerpos etérico, mental y emocional; por lo tanto, toda enfermedad física es la manifestación externa y visible de los desórdenes energéticos de los cuerpos sutiles. Toda energía impura autogenerada o aceptada inconscientemente por falta de protección, impacta directamente en el cuerpo etérico, llenando de discordia su composición electrónica. Esta impureza se filtra a través de uno o varios chakras, perjudicando el órgano u órganos correspondientes en el cuerpo físico, el cual, es la copia y reflejo exacto de nuestro cuerpo etérico.

Recordemos también que existen partículas energéticas de naturaleza constructiva y destructiva, armónica e inarmónica. Dichas energías pueden ser manifestadas o atraídas dependiendo de la aceleración vibratoria de cada individuo. En pocas palabras, el bienestar atrae más bienestar y el malestar atrae más de lo mismo.

Cada vez que el ser humano crea una atmosfera de limitación, ira, nervios, angustia, ansiedad, duda, resentimiento, tristeza, rencor, etc., La composición eléctrica y electrónica de sus cuerpos sutiles se deforma, sufre choques, heridas o aperturas que originan un gran desequilibrio. Por otra parte, cuando la persona está en armonía, su composición etérica luce perfecta, luminosa, simétrica e iridiscente, es decir, está en equilibrio.

Cuando se produce un mal manejo energético en los planos mental-emocional, el campo y estructura etérica pierden su armonía estructural, los canales o hilos por donde circula la energía empiezan a enredarse y oscurecerse; reflejándose en el cuerpo físico como toda índole de dolores y molestias. Este mismo desequilibrio, por afinidad energética, atrae la presencia de virus, bacterias, microbios y variedad de elementos repulsivos. Por ese motivo es de vital importancia aprender a controlar nuestros estados emocionales y mentales.

La diferencia entre lo armónico y lo inarmónico está en su vibración. Los pensamientos tienen forma, sonido, color y velocidad vibratoria. Los pensamientos negativos tienen color opaco, sonidos graves, formas desagradables y vibran extremadamente lento; atrapando al individuo en esa atmósfera de ignorancia, dolor, tristeza y vacío. Mientras que los pensamientos positivos tienen colores brillantes, melodías armoniosas, formas simétricas y una intensa aceleración vibratoria. Si una persona viviera continuamente en un estado de armonía sostenida, atraería únicamente la perfección de los mundos superiores y obtendría un estado de salud perfecta en todo su ser.

Tipos de enfermedad

El ser humano está expuesto a tres tipos de enfermedad: las enfermedades espirituales, las enfermedades mentales y las enfermedades físicas como consecuencia de las anteriores. Las de tipo espiritual se manifiestan como desánimo, pereza, indiferencia, indolencia, dogmatismo y fanatismo. Las del plano mental se manifiestan como celos, angustia, depresión, autofrustración, odio, resentimiento, culpa y preocupación. Las de tipo físico son la manifestación visible de los estados anteriores.

Autocuración con el Ser Crístico

Existen varios métodos de autocuración, varios de ellos ya los hemos visto y son: la respiración pránica y la comunión con nuestro Ser Crístico a través de la visualización y la meditación.

Ahora veamos otro método de gran efectividad que nos ayuda en el proceso de asimilación de la energía superior. Puedes hacerlo cuando quieras, durante el tiempo que desees. Vamos a utilizar nuestras manos como canales conductores, la mano izquierda absorbe y la mano derecha irradia.

Sentado o acostado en postura de savasana. Frota las manos para activar lo vitris. Colocamos la mano izquierda en el centro del pecho donde se encuentra la llama triple, encargada de enviar energía plasmática radial y electrónica a todo nuestro ser. Colocamos la mano derecha lo más cerca posible de la parte afectada. Si la zona es inaccesible, recuerda que la energía es inteligente y va donde la dirijas con tu mente.

Visualiza la energía fluyendo poderosamente y de forma abundante por tus brazos y manos, iluminando y perfeccionando esa parte de tu cuerpo. Al mismo tiempo puedes afirmar mentalmente o de forma audible algo que te haga sentir mejor, por ejemplo: “YO SOY la salud perfecta de este órgano”, “YO SOY bienestar”, “YO SOY el perfecto funcionamiento de mis células”. Siguiendo estos sencillos pasos, toda apariencia de perturbación será gradualmente corregida.

Podemos observar a nuestro Ser Cístico rompiendo la cápsula y creciendo hasta unir su torso con nuestro torso, sus manos con nuestras manos, sus brazos con nuestros brazos, sus piernas con nuestras piernas y su cabeza con nuestra cabeza, unificándonos totalmente con esa maravillosa presencia de luz. Esta práctica nos permite armonizar nuestro cuerpo, alama y espíritu.

Medicina cósmica para terapia de autocuración – paso a paso

La medicina cósmica consta de una serie de pasos metódicos que nos ayudan en el proceso de autocuración.

Paso 1: Estar en equilibrio

La curación tendrá un efecto mucho más efectivo y duradero si antes se ha adelantado un trabajo espiritual consciente a través de los ejercicios vistos en pasadas lecciones: Ejercicios psico-físicos, toma de energía y protección, respiración pránica, visualización y meditación contemplativa.

Es muy importante destacar que estos ejercicios purificadores, constituyen un pilar de liberación de gran poder que permite a la energía divina fluir libremente a través de nosotros.

Paso 2: Invocación a la presencia YO SOY

“Amada presencia YO SOY y amado santo ser crístico en mí, solicito su asistencia en este ejercicio, permitan que su energía curativa fluya en, a través y alrededor mío para alcanzar la armonía y el equilibrio perfecto”.

Paso 3: Invocación a los seres del rayo verde

Acostado o sentado y en estado de meditación, se procede a solicitar la ayuda de los seres de luz que sirven al Padre en el proceso curativo.

“Amados maestros y seres de luz del rayo verde, Mesmer, Hilarión, Madre María, Arcángel Rafael, Ronswa y amado Cervatus jefe de los ángeles curadores, pido su asistencia en esta terapia de curación. Cúbranme con su energía todopoderosamente activa para que revitalice, purifique y ascienda cada partícula de mi ser”.

Paso 4: Construcción del quirófano y la camilla

Salimos en consciencia proyectada elevándonos a un par de kilómetros, allí conformamos una habitación de energía electro radiante del color blanco. Conformamos una camilla de luz electrónica pulsante de color verde y nos recostamos en ella.

Paso 5: Luz violeta y blanca

Llenamos la habitación con luz violeta que consume todo tipo de imperfección. Sus pulsaciones conforman una espiral ascendente alrededor nuestro, liberando y desenredando todo cúmulo de energía, irradiando poderosamente cada partícula de nuestra composición multidimensional, ojos, nariz, boca, oídos, cabeza, cuello, torso, brazos, piernas, manos y pies, cubriéndonos completamente. Luego de haber sostenido la atención en ese estado por un momento, elevamos la energía violeta a la primera causa para ser liberada y purificada. Enseguida hacemos el mismo proceso con la luz blanca. Llenamos la habitación con luz blanca purísima y nos envolvemos en un cilindro pulsante de fuego blanco de pureza y ascensión. Luego de unos instantes, elevamos la energía blanca la primera causa.

Paso 6: Luz verde

De la camilla de luz verde se desprenden miles de hilos luminosos que se conectan a nosotros, irradiando nuestras células, átomos, órganos, chakras, aura y todo nuestro ser. Este es el punto más importante, el beneficio obtenido radica en la atención firme, armoniosa y sostenida sobre una imagen perfecta de nosotros mismos. Nos observamos luminosos, perfectos, radiantes, transparentes y llenos de vitalidad. Luego de haber sostenido allí la atención por al menos 5 minutos, elevamos la luz verde a la primera causa para ser sublimada en pureza y perfección.

Paso 7: Seres curadores

Observamos a los grandes maestros, elohims, ángeles y arcángeles a nuestro alrededor; solicitamos con humildad, amor y reverencia que nos limpien, sanen y purifiquen completamente. Los observamos disponiendo sus manos hacia nosotros entregándonos toda la energía que necesitamos. Nos vemos perfectos y luminosos durante algunos minutos.

Paso 8: Cubrimiento y protección

Nos levantamos de la camilla y la vemos elevarse junto con el quirófano a la Primera Causa para que ser consumidas y liberadas. Nos envolvemos en una esfera de luz rosa y oro rubí de amor divino, sanación y confort, nos cubrimos con una esfera azul radiante de protección invencible, con una pirámide verde de salud perfecta, una estrella de seis puntas de color dorado destellante por encima de nuestra coronilla para ampliar nuestra consciencia y recibir la iluminación que tanto necesitamos.

Agradecemos infinitamente a Dios y a sus servidores en el plano espiritual por este regalo de sanación. Nos elevamos hasta observar el planeta, con infinito amor irradiamos energía de salud y bienestar universal hacia todas las personas, elementos y condiciones que lo necesiten. Vamos bajando, ingresamos suavemente a nuestro cuerpo físico por la coronilla, nos vemos sanos, felices, radiantes y transparentes.

Paso 9: Damos gracias

Llevamos las manos al pecho agradeciendo al Padre por este momento de curación. Podemos decir:

“Padre celestial, hágase en mi tu santa voluntad divina ahora y en todo momento. En mi sólo reina la perfección. YO SOY PERFECCIÓN, YO SOY PERFECCIÓN, YO SOY PERFECCIÓN”. Gracias Padre.

Puedes hacer este ejercicio en cualquier momento, puedes permanecer en el ámbito espiritual recibiendo energía curativa durante todo el tiempo que desees.

Continuamos en la lección 26.2 con el ejercicio de medicina cósmica aplicado a otras personas.

Que el amor de Dios esté siempre contigo.

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• EL GRAN DICCIONARIO DE LAS DOLENCIAS Y ENFERMEDADES, JACQUES MARTEL. Editions Quintessence.

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6 comentarios
  • Gabiriel gracias por tus grandes enseñanzas, es algo grande lo que estas compartiendo a la humanidad una gran oportunidad en crecimiento espiritual .Namaste gracias gracias gracias lluvia de avance en nuestro camino

  • Buenos dias¡
    No encuentro el enlace a la relacion de la enfermedad con su origen psiquico, puede facilitarmela?
    Muchas gracias
    feliz dia ¡

    • Con mucho gusto Paloma 🙂
      EL GRAN DICCIONARIO DE LAS DOLENCIAS Y ENFERMEDADES, JACQUES MARTEL. Editions Quintessence.
      ¡Un abrazo!

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