Nota: Si es de tu interés, te invito a ver nuestras otras publicaciones acerca del Tribunal Kármico, y lo que sucede cuando un alma llega ante dicho tribunal después de que ha desencarnado:
1. http://yosoyespiritual.com/el-tribunal-karmico-y-el-proceso-de-ascension/
2. http://yosoyespiritual.com/proceso-comparecer-ante-tribunal-karmico-madre-maria/
3. http://yosoyespiritual.com/los-senores-del-karma-d-t-marches/
Situado en los Ámbitos Etéricos inferiores se encuentra un gran edificio cuadrado de color blanco, el cual ha sido mencionado por muchos como “El Salón del Juicio” pero que, en realidad, es un Templo de gran Misericordia y Amor conocido como “Los Salones del Karma”.
A través de este edificio pasa cada corriente de vida después de haber sido liberada de la encarnación física, y a través del mismo edificio pasa cada alma encarnante antes de que se le dé la asignación de un cuerpo terrenal.
No hay corriente de vida que no esté familiarizada con los Salones del karma, y, por lo general, es producto de la esfera a la cual el al ama es delegada por las actividades cuestionables en vida, que el individuo traiga de vuelta un miedo al “juicio”, y por lo que ha incorporado a la teología de varias religiones la doctrina de la ira y castigos de Jehová.
Un entendimiento concienzudo del gran servicio prestado a las almas que evolucionan sobre el planeta por esos poderosos Seres conocidos como los Señores del Karma, eliminaría de la conciencia y mundo emocional del aspirante este miedo a la muerte y al juicio, y le ayudaría al individuo a pasar a través del cambio llamado muerte (así como a sus seres queridos que permanecen en la esfera terrenal) a anticipar la experiencia, y a ayudarse a sí mismo a recibir el mayor beneficio posible de una experiencia así.
El gran proceso de evolución requiere que el alma del hombre deba encarnar en un cuerpo físico y aprender a adueñarse del control y calificaciones de las energías (Vida) a fin de graduarse para ciertos cargos espirituales en el Esquema de la Evolución Universal.
Por supuesto que muchos seres nunca eligen encarnar, pero en aras de la brevedad y claridad, vamos a considerar sólo a aquellos que voluntariamente eligieron asumir la encarnación física, ya sea como Guardianes de la raza humana o a fin de ganar experiencia y maestría de la energía, como un miembro de esta evolución.
Con el fin de regular la entrada de estas almas dentro de los cuerpos físicos para darles una oportunidad de desarrollarse y madurar sobre la Tierra, y, entonces, liberarlos al cierre de un ciclo determinado, para hacerles espacio a otras corrientes de vida que esperan la oportunidad de entrar al salón de clases de la Tierra, se creó un Tribunal de Seres Celestiales cuyas múltiples, diversas y complejas responsabilidades, están relacionadas con la provisión de la mayor oportunidad posible para cada una de los diez mil millones de almas que pertenecen a esta evolución.
Este grupo es conocido como el TRIBUNAL KARMICO, y sus decisiones son finales en lo concerniente a las disposiciones de los asuntos de la humanidad, excepto en las raras instancias en que se elevan peticiones ante el Sol del Sistema y se otorgan dispensaciones para acelerar el progreso de la raza
Los miembros actuales del Tribunal Kármico son:
- PALLAS ATENEA Diosa de la Verdad
- KWAN YIN Diosa de la Misericordia
- VISTA (Cyclopea) El ojo todo avizor de Dios
- LADY PORTIA Diosa de la Justicia
- MADRE ALEXA Diosa de la Libertad
- SEÑOR SAITHRU Manú de la 7ª Raza Raíz
- LADY NADA Diosa del Amor
- Shri Magra, un anterior Señor del Mundo.
Si el alma ha llegado al final de su ciclo de encarnaciones y hay una posibilidad de que pueda alcanzar la ascensión, por lo general un mensajero del Tribunal Kármico viene a buscar al individuo antes de que haya finalmente pasado por el cambio llamado muerte. Una persona así es examinada y, si sus energías lo califican para alcanzar su Victoria, se le da a escoger entre aceptar la Ascensión o esperar hasta una fecha posterior a fin de reencarnar y servir mejor a la humanidad.
Si elige aceptar la Ascensión, algunas veces transcurren algunos días o semanas antes de que el Cordón de Plata (la Línea Vital que comunica a la Presencia YO SOY con el individuo) sea finalmente cortado, y la corriente de vida, bajo la dirección de su propia Gran Presencia de Dios completa entonces su círculo de manifestación mediante la Ascensión en la Luz. Si esto ocurre antes de la llamada muerte, por lo general se produce una gran liviandad y felicidad en el individuo, lo que señala la anticipación de la inminente descarga.
La inmensa mayoría de los seres humanos, no obstante, no están listos para este formidable logro, y es particularmente con estos hijos menores del hombre con los que el Tribunal Kármico es excesivamente condescendiente.
En el momento en que el alma va a dejar el cuerpo, la Persona del Mahá Chohán (Representante del Espíritu Santo para la Tierra), Quien estuvo presente en el nacimiento del individuo y le inspiró el primer aliento dentro de su cuerpo, se prepara para recibir el aliento final del espíritu que sale.
Cuando el Mahá Chohán recibe el aliento, se corta el Cordón de Plata y, ya sea un Ángel o un Maestro, esperan al alma, a la que llevan –usualmente– al dulce y cómodo “Descanso” (que equivale al Cielo ortodoxo de la creencia general de la humanidad). Allí, después de un periodo de descanso (durante el cual se le permite al alma bendita encontrarse con amigos y seres queridos que están disponibles, si no han reencarnado o sido asignados a alturas inaccesibles), vuelve a aparecer un Mensajero del Consejo Kármico y cita al alma para que se presente ante el Consejo, para que le sea asignada la esfera o Salón de Clases que Ellos, mediante su Gran Sabiduría, consideran que será lo mejor para apresurar el desarrollo de la Naturaleza Divina dentro de la corriente de vida particular.
No estamos hablando ahora de las grandes masas de seres dormidos que pasan por los salones del Karma en grupos (y quienes están como en un estado sonámbulo durante el procedimiento entero, siendo cariñosamente llevados por Espíritus Guardianes, después del juicio masivo, a las Esferas apropiadas en las cuales podrán ser despertados… poco a poco), sino del buen individuo promedio, que ha desarrollado ciertos Principios Divinos e intereses espirituales, haciéndose así merecedor de una consideración individual, y también del número más pequeño y selecto de discípulos y corrientes de vida desarrolladas espiritualmente, que se han ganado la asistencia especial del Tribunal Kármico.
Al acercarnos a los salones del Karma, se ven las grandes puertas abiertas de par en par. Se ve a grupos de individuos entrando a través de las puertas arqueadas bajo la guía de Seres Angélicos; también otros espíritus individuales, acompañados por Seres Brillantes de Luz, se acercan y se unen a los grupos que suben las escaleras hacia los portales. A medida que nos acercamos a las puertas abiertas (las cuales parecen empequeñecer hasta al más alto de los que entran por ellas) nos sobrecoge el tamaño masivo del edificio, y el largo corredor que se abre ante nosotros se proyecta casi tan lejos como alcanza la vista.
A medida que avanzamos por el pasillo, observamos puertas a lo largo del corredor central, y sobre cada puerta está el nombre de un país (China, India, Argentina… y así sucesivamente). De tiempo en tiempo se observan grupos de individuos (quienes, aparentemente, dejaron el cuerpo como miembros de una raza o país indicado por el letrero sobre la puerta) que dejan el corredor principal y entran a estas pequeñas antesalas.
Ellos están, aparentemente, esperando la citación del Mensajero del Consejo Kármico. Seguimos avanzando, no obstante, hasta llegar al final del corredor donde nos encontramos con la Gran Cámara de Audiencias, a la cual entramos calladamente, sentándonos justo al entrar.
Ante nosotros tenemos una sala grande no muy diferente a la Cámara de los Comunes en Inglaterra, y sobre el estrado elevado al frente, están 7 Sillas del Trono (aunque se nos dice que usualmente sólo están ocupadas cuatro) –Los Grandes señores del Karma actuando el uno por el otro– y que sólo en los Consejos bianuales los 7 Miembros ofician como uno.
Los puestos están todos ocupados por almas individuales acompañadas por sus Padrinos, o por grupos de individuos junto con sus Guardianes y Protectores. Un gran Ser Angélico llama por el nombre de un individuo o de un grupo, y ellos se ponen de pie con sus Padrinos –si los tienen– y proceden al frente del salón donde es leído en voz alta y enfática el registro de la vida que acaba de terminar, por el Ángel del Registro.
Entonces el Santo Ser Crístico informa sobre lo que se ha podido lograr, según los talentos naturales del individuo y las oportunidades dadas a la corriente de vida, por la Bondad y Misericordia de la Vida y por la Gran Hermandad Blanca, que está constantemente buscando formas y maneras mediante las cuales pueda el alma expiar ciertas deudas a la Vida, mediante servicios constructivos, impersonales y altruistas.
Antes de que la sentencia sea dada, y que la corriente de vida sea puesta bajo la custodia del Ser que les llevará al salón de clases y los enrolará en las actividades de estudio apropiadas para su evolución y progreso (nunca con un sentido de castigo sino con el de desarrollar la Luz latente en el corazón), cualquier miembro de la Gran Hermandad Blanca puede “hablar a favor” de tal alma y ofrecerse a tomar la responsabilidad de ella, si se le pone bajo la custodia de dicho Hermano.
Si esto se aprueba, el alma individual es otorgada al Maestro y procede a una Esfera mucho más alta, recibiendo una asistencia mucho mayor que aquella que se hubiera ganado “por mérito”. Es aquí donde la eficacia de las oraciones por los “muertos” y las súplicas de los seres queridos se vuelven muy potentes, porque al atraer la atención de un Maestro Ascendido hacia un alma que va a entrar al Salón del Juicio, siempre, incuestionablemente, el Maestro, irá en persona para ofrecerse como padrino de dicha alma, o enviará un representante o discípulo, para que hable a favor de dicha alma y la conduzca al lugar correcto en el cual, al pasar el tiempo, llegará el Maestro a visitarlo y a ayudarle en su evolución.
En ningún momento el Tribunal Kármico castiga a un alma. Su completa y entera incumbencia es aquella de proveer la mejor de las condiciones naturales para el desarrollo de la naturaleza individual de un individuo.
Si el individuo ha vivido una vida de depravación, puede ser necesario que tenga que experimentar la cualidad de energía que él cargó dentro de la Vida. Esto es realizado a fin de impresionar en la conciencia el hecho de que tal calificación no está de acuerdo con la Ley Divina.
- El Maestro Ascendido Koot Hoomi, si no está presente, Él mismo, siempre tiene un discípulo presente, y reclama a casi todos aquellos que salen del cuerpo siendo todavía jóvenes.
- El Maestro Ascendido El Morya solicita a aquellos que han estado activos en asuntos de gobierno, aún si estos aparentan haber fallado en sus obligaciones.
- La Maestra del Tercer Rayo, Lady Rowena, solicita a aquellos que han trabajado en dicho Rayo al tratar de traer o sostener la Paz y la Hermandad.
- El Maestro Ascendido Serapis Bey pide a los artistas, los músicos, los arquitectos, los ingenieros y los constructores de hermosos templos, catedrales, ciudades, etc.
- El Ascendido Hilarión habla a favor de los médicos, enfermeras y científicos.
- El Maestro Ascendido Jesús pide a aquellos que le han Servido bien en los canales ortodoxos.
- Y el Maestro Ascendido Saint Germain pide las corrientes de vida particulares que, consciente o inconscientemente, han adelantado la Causa de la Libertad, ya sea de esclavitudes políticas, religiosas. Mentales o físicas. Por esta razón, conviene tener aunque sea una información ligera de estos Amados Hermanos, de manera que cuando se paren frente al Tribunal, Ellos puedan decir: “¡Esta alma Me ha servido bien!”.
Muchas veces las corrientes de vida de aquellos que han sido beneficiados por el alma cuando estaba en vida (física) son convocadas a rendir testimonio a su favor, como testigos, (incluso miembros del reino animal) y todo esto es tomado en cuenta. Muy rara vez una alma se presenta ante el Tribunal del Juicio que no tenga por lo menos una corriente de vida que se haya beneficiado, en alguna manera, por razón de su encarnación.
Después que el alma es juzgada, y su Luz medida, es llevada a una de las 7 Esferas y allí, bajo la dirección de Seres especialmente preparados para instruirle, se mejora su entendimiento, hasta que su guardián le avisa al Tribunal Kármico que esta alma está lista otra vez para una oportunidad de reencarnar.
En vista de que hay como diez mil millones de almas pertenecientes a la evolución de la Tierra, y que la acumulación de cada una es tal que sólo se les permite estar en el Planeta, al mismo tiempo, a un tercio, (no sea que el eje de la Tierra no pueda aguantar el peso de tanta acumulación humana), se requiere algo de tiempo para asegurarse el derecho a reencarnar, y el valor potencial del alma es tomado en consideración por los Señores del Karma al decidir a cuál de cada tres se les ha de ofrecer el privilegio. Los Guardianes de la Raza y los altamente evolucionados usualmente acortan sus estadías en los Ámbitos Superiores a fin de “apurarse” y regresar a ayudar a la raza, y estos son siempre pasados los primeros por el Tribunal Kármico.
Esto, a veces, explica su falta de energía física en una encarnación actual, ya que ellos han declinado el periodo de descanso en las Esferas Superiores, las cuales reaprovisionan al espíritu, de la misma forma que un buen sueño nocturno descansa al individuo mientras todavía está encarnado.
Después que el Tribunal Kármico ha acordado suministrar una oportunidad de reencarnación, viene el periodo en el cual se examina el karma del individuo que va a encarnar, y se prepara una encarnación apropiada, mediante la cual una cierta proporción de dicho karma se pueda corregir, y pueda tener ciertas oportunidades dadas, para rectificar errores de vidas pasadas, así como para ganar méritos e ímpetus de bien para el Cuerpo Causal.
La cantidad de energía kármica es cuidadosa y equitativamente repartida, de manera que un individuo no se encuentre en una vida ¡con más de lo que su Luz y fuerza pueda dominar! El dicho “El Señor prepara la espalda para la carga” es fundamentalmente correcto, excepto que fue “la espalda” y no el Señor quien se ganó la carga; pero el Señor, en Su gran Misericordia “aligera la carga”.
Cuando ya se ha adjudicado el karma, se ha escogido el ambiente y la raza, y se ha determinado quienes van a ser los padres, entonces se le notifica al alma, al mismo tiempo que se convoca al Elemental del Cuerpo, desde el descanso del que ha gozado en sus propios ámbitos.
A ambos se les informa sobre la próxima encarnación; al elemental del Cuerpo se le presenta el patrón del cuerpo que el alma se ha ganado (lo cual, generalmente, le produce gran aversión), y es entonces cuando los Constructores de la Forma, El Santo Ser Crístico y el Elemental, comienzan a prepararse para la encarnación; y a través de los mismos Salones del Karma pasa el alma encarnante camino a su nueva encarnación.
A espera que con las nuevas dispensaciones que se están recibiendo del Gran Sol Central, y con la formidable contribución de las energías voluntarias de más miembros de la raza humana, los Salones del Karma pronto se convertirán en los Portales de la Libertad para cada miembro de nuestra evolución; y que cuando la última corriente de vida pase para
“nunca más volver”, las puertas del Salón del Juicio sean cerradas para la eternidad, y que los grandes Ángeles Registradores, al sellar las puertas, digan con Jesús: “¡Todo está consumado! ¡Padre, en Tus Manos encomendamos nuestra evolución ya que TODOS HAN SIDO SALVADOS!”.
Ninguna corriente de vida que encarna recibe en una encarnación más karma del que su desarrollo le permitirá expiar completamente dentro de dicha vida.
No hay enfermedad, angustia o condición que, mediante la Ley de la Justicia y la Misericordia, haya de ser experimentada por algunas corrientes de vida en dicha encarnación que sea superior a la conciencia desarrollada y poder del individuo, a quien ese karma pertenece correctamente. Esta es la Ley, y ustedes la pueden pregonar desde los tejados de las casas.
El hombre dice: “El Señor (la Ley) prepara la espalda para la carga” –Sí, hasta cierto punto, pero la Ley no impone la carga de la energía retornante a la corriente de vida hasta que en la Llama dentro del corazón, y en la capacidad de la conciencia, haya el poder potencial para equilibrar dicha deuda.
Se tiene que rendir cuentas por cada electrón que el individuo haya tomado de la Luz amorfa, en el Corazón de Dios, y que haya enviado dentro del universo estampado con el patrón de luz de su corriente de vida. Si los electrones fueron emitidos en armonía con un propósito constructivo (a fin de realizar una proporción decente de la razón de vida de dicha persona), esos electrones son descargados del lado de los débitos de su “libro mayor” y se convierten en parte del depósito para bien en el Cuerpo Causal.
Ahora bien, si los incontables cientos de miles de toneladas de energía con que cuenta un individuo (tan osadamente extraídas desde el corazón de Dios en donde estaba descansando tranquilamente y en paz) son calificadas discordantemente por pensamientos egoístas y voluntariosos, así como por sentimientos del yo personal, éstas han de ser retornadas al individuo de una forma u otra, hasta que la corriente de vida redima dicha energía y la vuelva a emanar con amor, ya que la Ley de Vida estipula que CUALQUIER ENERGÍA EMANADA QUE NO SE RIJA POR LA LEY DE LA ARMONÍA DEBE SER LIMPIADA Y PURIFICADA POR QUIEN LA DISPENSÓ.
Ahora, cuando yo digo “devueltas en una u otra forma”, quiero decir que a menudo la energía emanada, calificada desarmoniosamente por el libre albedrío de un individuo en una vida, regresaría a él mediante una forma o característica particular por medio de alguna persona alrededor de él, que es particularmente molesta o causante de angustia, y esa energía que viene de otra corriente de vida (la cual “acosa” al temperamento de uno) debe ser armonizada a punta de amor, ya que, de no hacerse así, volverá a aparecer a través de otra corriente de vida, en algún punto del sendero del individuo.
No hay dos personas a quienes fastidien los mismos rasgos, hábitos y características de gente, animales o circunstancias. ¿Por qué? Porque cada uno es aguijoneado solamente por la energía que corresponde a la “caída” propia de uno, en alguna otra vida, y que la vida, en total misericordia, se la retorna de vuelta, a fin de que él la pueda redimirla, poniéndose a sí mismo y al otro en libertad.
Cuando un espíritu reencarna, se le pone la venda del olvido sobre su frente para que no pueda recordar sus vidas pasadas (ambas, buenas y malas). Esto es hecho por misericordia, ya que el peso del recorrido sería demasiado grande para que el cuerpo emocional lo pudiera aguantar cuando se le suma la experiencia de la vida en curso.
Repitiendo lo dicho antes, cuando un individuo encarna se le asigna tanto karma para dicha encarnación como esté en condiciones de transmutar con sus capacidades, ya que “El Señor acomoda la espalda para la carga”.
Sin embargo, es posible que algunas veces, bajo una dispensación especial del Tribunal Kármico (que son muy contadas), bajo ciertas circunstancias, se les concede el privilegio de recordar, a ciertos individuos que han alcanzado tal perfección que ya no les afectan los registros o memorias pasadas, de odios y prejuicios. Al hacerse esto, el individuo cuenta con una continuidad de conciencia, recordando no sólo las experiencias de las vidas pasadas terrenas, sino también lo que ocurrió en los Niveles Internos, entre encarnaciones.
Habla Pablo, el Veneciano (actual Mahá Chohán):
“Muchas son las almas que el Señor Miguel se ha encontrado, y muchas son las almas que se han parado ante la Corte del Karma y han dicho: “Denme solamente un día para regresar y corregir las cosas”.
Pero cuando el cordón de plata ha sido cortado; cuando el Ser Crístico ha dicho: “Suficiente”; cuando el Mahá Chohán consideró que la inversión de la energía del Sol al interior de su corriente de vida ha sido suficiente, y que ya nada más se puede lograr, entonces no hay “paso atrás”, es siempre “¡Adelante!”. Y ese Ángel que está parado en las puertas de los Salones del Karma, cuando el alma ha pasado por su juicio individual (el cual no es eterno, sino que sólo se aplica a la vida que acaba de pasar), ese Ángel que está parado con los brazos extendidos y dice: “adelante”; ese ser tan bendito no siempre cuenta con la simpatía de las almas de los hombres. Sin embargo, ha de proseguir el alma “adelante” entrando en los salones de clase asignados, entrando a la condición que ella misma se preparó en su vida terrena; y entonces, cuando vuelva a llegar la Convocatoria desde el Tribunal kármico, podrá solicitar una nueva oportunidad de regresar y de arreglar las cosas (y, ¿cómo es que se elige a cada uno?) mediante el servicio posible”.
Habla el Señor Maitreya (el actual Buddha):
Déjenme refrescarles la memoria una vez más sobre la actividad en el Royal Teton. Dos veces al año, a medida que la aceleración de la actividad del progreso del planeta ha ido implementándose, el Gran Tribunal Kármico se reúne en los Ámbitos de Luz sobre el Teton. Allí ellos escuchan los planes e ideas de los Maestros Ascendidos, de los Ángeles, de los Elementales y de los miembros de la raza humana que esperan beneficiar a la Tierra de modo impersonal, que esperan asegurarse la ayuda y cooperación de otros miembros de la raza o Miembros de las Huestes Angélicas, Querúbicas o Seráficas, a fin de realizar sus designios”.
“La Junta Kármica es presidida por la Diosa de la Oportunidad y Justicia, quien es el Complemento Espiritual del Amado Maestro Saint Germain. Ella es la encarnación de la Misericordia y es la representante del 7º Rayo para esta Tierra. Debido a Su naturaleza que le da alma a la Oportunidad, Justicia y Misericordia a través de la Llama de su Corazón, hay mucha más libertad ahora para aquellos que desean servir a la raza que la que había antes de que Ella fuera asignada a esta posición de autoridad y confianza, como portavoz del Tribunal Kármico”.
Los 7 Grandes Miembros del Tribunal Kármico, tres sentados a cada lado de Ella, visten todos túnicas de color púrpura profundo, representando la Misericordia y la Compasión. Sobre sendas cabezas descansan sendas coronas gloriosas de siete puntas, símbolo de la autoridad del Tribunal Kármico, tachonadas con amatistas (la joya del 7º Rayo).
De cara al Tribunal Kármico están los Dioses y Diosas Soles de los Sistemas superiores, Alfa y Omega (desde el Gran Sol Central), en el centro de cara a la Diosa de la Justicia. Los otros Dioses con sus Complementos están sentados a la izquierda y derecha de Alfa y Omega, de modo que hay, entonces, dos semicírculos frente a frente. Los Amados Dios y Diosa Sol están vestidos, también, con un exquisito púrpura real, en honor al otorgamiento de los dones especiales de misericordia a la Tierra”.
El inicio de la procesión se da con la entrada del príncipe Miguel, el Gran Arcángel. Le siguen los otros Arcángeles en orden graduado. Detrás viene un Representante de nuestro Señor el Mahá Chohán y el Templo del Bienestar en Ceilán. Le siguen los Chohanes de los Rayos. A continuación sigue el gran Reino de la Naturaleza (representado por los Amados Aries, Virgo, Neptuno, Oromasis y Diana), seguidos de elementales más pequeños. Cada individuo que es Jerarca de un Retiro o Representante del jerarca de un Retiro, recibe un bello Pergamino atado con una cinta color púrpura profundo, lo cual le da autoridad y oportunidad para usar Su Propia iniciativa y energía para regresar a Su Retiro y entresacar lo que pueda de la oportunidad dada, de exteriorizar el plan que Ellos han presentado al Tribunal Kármico, y que dicha Augusta Asamblea ha considerado factible y les ha permitido desarrollar”.
“El representante de cada Retiro es el que se arrodilla ante la bendita Portia (Diosa de la Oportunidad) y recibe dicho pergamino, el cual es la oportunidad de exteriorizar esa petición en el transcurso del año en curso. El otro Ser que forma la escolta y séquito de cada Representante le sigue inclinando la cabeza en honor a la Luz de Portia, al dar Ella la radiación de bendición. Continúan, entonces, en un sendero circular hasta que llegan a arrodillarse ante Alfa y Omega.
Los Amados Alfa y Omega unen Sus manos sobre las cabezas de cada Jerarca (o del Ser que representa al jerarca y quien recibe el pergamino que otorga la dispensación y permiso). Entonces, a medida que la procesión circular sigue avanzando, Ellos vuelven al grupo dentro del Corazón del Teton”.
Nota: Si es de tu interés, te invito a ver nuestras otras publicaciones acerca del Tribunal Kármico, y lo que sucede cuando un alma llega ante dicho tribunal después de que ha desencarnado:
1. http://yosoyespiritual.com/el-tribunal-karmico-y-el-proceso-de-ascension/
2. http://yosoyespiritual.com/proceso-comparecer-ante-tribunal-karmico-madre-maria/
3. http://yosoyespiritual.com/los-senores-del-karma-d-t-marches/
Si deseas saber como el tribunal kármico otorga las dispensaciones, haz clic aquí.
Tomado del libro: Los Maestros Ascendidos escriben el Libro de la Vida
