Sé tú mismo y no aceptes limitaciones | Saint Germain

En la Puerta de la ciencia de todo individuo debería tallarse por siempre las palabras: «Sé tú mismo», esto depende únicamente de esa “Magna Presencia” Divina en ti. No importa cuán maravillosa pueda ser la experiencia que te venga por otro canal, entrena al ser externo a acudir a ese Ser más Profundo y más Verdadero, del cual saldrá esa Grande y Profunda Expresión que satisface todo pedido. En el setenta y cinco por ciento de los casos, la perturbación en el ser y mundo externo se debe —ya sea consciente o inconscientemente— a las sugestiones ajenas.

Si observamos y sentimos dentro la “Presencia Divina” que nos impulsa a la acción, podremos tomar ventaja de las sugestiones en vez de ser manipulados por ellas. Esta referencia concierne a las referencias externas, a medida que uno se desempeña en el mundo de la propia vocación diaria.

NO ACEPTES LIMITACIONES

Sea ahora y por siempre entendido que para todo aquel estudiante o individuo que se ha hecho consciente de su Magna “Presencia de Dios” dentro de sí y a su alrededor, no hay una condición adversa, no importa cuál parezca ser la apariencia. Con la atención fija en este reconocimiento a la “Presencia” es imposible que algo que no sea el bien resulte de toda condición. A la vez pueden ustedes ver cuán imposible sería que Dios hiciera una condición que le afectara adversamente a Él. Ningún estudiante puede alcanzar y mantener su libertad de la limitación sin reconocer y aplicar esta sencilla, si bien Poderosa Verdad.

De allí que sea tan pueril e insensato que un individuo, en el reconocimiento de esta Magna Presencia, siga dándole poder y autoridad a cosas externas. Una vez que los estudiantes han entrado al Sendero Consciente, deberían entender que tienen que mantenerse en vigilancia consciente para su propia protección, defensa y liberación —y saber categóricamente que Dios en ellos es la única Inteligencia Directriz.

CIERRA LA PUERTA A LO INDESEABLE

De nada sirve que el estudiante diga, piense o sienta que no puede gobernar su pensamiento o sentimiento. Les aseguro que al principio sí requiere de un estado de vigilancia determinado, pero tiene que hacerse, y no hay forma de eximirse de ello. Si a gente extraña le diera por abrir la puerta de tu casa y entrar sin aviso previo y sin ser bienvenidos, estoy seguro de que en breve le echarías llave a la puerta y, de ser necesario, colocarías un letrero en el exterior diciendo que únicamente los invitados pueden entrar, y que nadie será recibido sin aviso previo. El mismo principio se puede aplicar a la hora de gobernar el mundo mental o de los pensamientos, colocando un letrero afuera del Círculo Mágico de nuestra vida activa, exactamente de la misma manera en que lo haríamos afuera de la puerta de nuestro hogar.

El estudiante puede decir con plena autoridad: «¡Dios mío! Magna “Presencia” mía, rodéame con Tu Poderoso Círculo Mágico, de manera que nada distinto a ti pueda encontrar la entrada en ningún momento. Vela por que esto sea sostenido sin interrupción en todas partes; y con tu invencible Poder y Sabiduría, capacítame para gobernar y calificar eternamente todo pensamiento y acción externa con Tu pleno Dominio.»

Saint Germain

Tomado del libro: Instrucción de un Maestro Ascendido – Saint Germain – pag 72