Oh mundo, oh, mundo que buscas confort, que buscas la cesación del dolor, de la enfermedad y de la muerte! ¡Oh, humanidad aprisionada en centuria tras centuria de sombras auto-creadas! ¡Oh, Reino Elemental, prisionero de los pensamientos y sentimientos de las masas!
¡Oh, bellos ángeles maniatados, aprisionados, exilados de su hogar! ¡Oh, criaturas cuadrúpedas que no cuentan con palabras, con poder de invocación, con capacidad de oración, con conciencia que puede alcanzar hacia Lo Eterno, y que tienen tan poca gente orando por ustedes!
¡Oh grandes fuerzas de los elementos dominadas por la Mano de la Misericordia —fuerzas del mar, fuerzas del aire y fuerzas de la tierra— oh, grandes fuerzas del fuego, controladas como cuatro grandes corceles por el gran Auriga de Misericordia:
En el Nombre del Dios Viviente, en el Nombre del Espíritu Santo de este Universo, proyecto ese CONFORT CÓSMICO, esas lenguas de fuego, dentro de cada elemento, de cada alma, de cada conciencia que existe. ¡Que haya confort! ¡Que cese toda aflicción!
Oh, poderoso y eterno Dios que Me has abierto el canal de El Boletín mediante el cual pueda alimentar algunas de las energías de Mi propio ser a quienes están dispuestos a leerlo y reflexionar al respecto. Te doy las gracias por aquéllos que han anclado la sustancia de Mi mundo dentro de sí, y fluye dentro de ellos poderosas corrientes de Confort Cósmico.
Oh, poderosos Ángeles-Devas del Confort, poderosos y grandes Ángeles del Confort, Serafines y Querubines del Confort, Legiones del Confort desde Lo Universal —VENGAN ADELANTE AHORA y TRAIGAN CONFORT A TODA CORRIENTE DE VIDA, a todas y cada una de ellas, a cada electrón sobre el planeta —¡y que así sea!
Diario de El puente a la libertad de el Mahá Chohán