Amados Hijos del Dios Uno:
¡Los saludo esta noche en el Nombre del Eterno Maestro Uno — la viviente y respirante Llama de Inmortalidad que palpita en su corazón físico! Dentro de esta vida inteligente está la plenitud de TODA la Verdad, la remembranza de toda la realidad, y el Poder para reconocer y encarnar esa realidad mediante la conciencia individual.
A medida que la atención es atraída hacia el centro espiritual desde donde proceden todos los “Ungidos”, cuyo privilegio y honor es traer a la remembranza del hombre la Verdad de la Vida, pedimos que ustedes —que son los mostradores-del-camino sobre cuyos hombros recae la capa del ministerio— puedan aquietarse lo suficiente como para PERCIBIR este Maestro silente; puedan estar lo suficientemente alerta como para COMPRENDER la Verdad que dicho Maestro revelará, y sean lo suficientemente honorables como para ENCARNAR las indicaciones de Su presencia — ¡para gloria de Dios, la liberación de la humanidad, y la transfiguración de su ser externo dentro del Ser Divino que les ha sido preordenado como su destino último!.
Durante este período de treinta días, cada estudiante que, en las profundidades de su propio mundo emocional, esté deseoso de encontrar y conocer la Verdad, tendrá la oportunidad de sentarse a los pies del maestro de Maestros, el Señor Buddha en persona; a los pies de su bello sucesor, el Señor Maitreya, y de Mi hijo, Kuthumi. El estímulo de la Inmortal Llama ígnea de Vida dentro de sus corazones que tal proximidad traerá, ampliamente les revelará la Verdad que yace en el buscar “el Reino del Cielo y su justicia”.
La contemplación de esta santa Llama en el corazón, acoplada con la respiración balanceada y rítmica … ¡traerá iluminación al buscador diligente! Durante este período, cuando la unción espiritual desde el Sol escoge consagrar los pastores y sus ayudantes, permítanme señalar que éste es un período de santificación —un período en el que la gracia está disponible en exceso… ¡con tan sólo pedirla! ¡Descálzate, oh, aspirante, en la presencia del Señor! ¡Acepta Su bendición, llevada en el sagrado cáliz de la consagración! ¡Abre de par en par las puertas a la inspiración que fluye, buscando ansiosamente canales receptivos a través de los cuales auto-realizarse entre los hijos e hijas de los hombres!
Y Yo —conociendo bien su oportunidad— estoy presto a asistirlos en preparar el corazón, el alma, la mente, el espíritu y el cuerpo para esta venida!
Amor y bendiciones,
EL MAHÁCHOHÁN
Diario del puente a la libertad del Mahá Chohan