En el presente y en el futuro cercano, muchos de ustedes serán Corrientes de Vida aspirantes, entrenándose en los Principios fundamentales de la Ley espiritual. Nosotros creemos que lo expuesto a continuación, es una buena lección que se les ha de enseñar.
Cuando la Deidad creó a la Poderosa Presencia “YO SOY”, que es la Esencia de todos y cada una de las Corrientes de Vida, ella enfocó en el interior la “Llama insustenta” que es la identidad del individuo, una imagen completa y perfecta de aquello que la Corriente de Vida habrá de expresar algún día. Uso el término de Llama insustenta ya que muchos no han tenido el suficiente entrenamiento espiritual en el mundo de la forma para expandir dicha Llama hasta el punto en que el término “Inmortal Llama Triple Victoriosa” pueda ser usado. Estamos hablando aquí de Corrientes de Vida dormidas.
Cuando la Presencia “YO SOY” proyectó la Llama Insustenta en la forma física, esa Idea divina fue anclada dentro del corazón físico (Conocido como la Llama triple), que es en sí, la parte de Amor del corazón de Dios. Esto se convierte en un constante tirón magnético sobre la substancia electrónica de la Deidad, la cual fluye a través de la Corriente de Vida y forma el campo de fuerza alrededor del individuo.
Cada persona es un Centro irradiador y el flujo natural de los electrones; a medida que estos pasan por el corazón, toma sobre sí la calidad, el Amor y el color del Plan divino de dicho individuo. Y si se le permite que pase armoniosamente dentro de la substancia física de la Tierra, las fuerzas de los cuatro elementos se reunirían rápidamente alrededor de dicha Idea divina manifestando el Plan divino.
Pero… producto de la discordia y la inarmonía, el tono de color y el tono musical de la imagen son distorsionados constantemente, resultando en una radiación que no es ni verdadera ni precisa, así como la disonancia, sería el resultado de poner los acordes incorrectos en el piano.
Algunos de los aparentes engorros y cualidades humanas en otros, son en realidad, cualidades constructivas de esa Corriente de Vida, que han sido tocados una nota hacia arriba o abajo; por lo que, consecuentemente la discordia se manifiesta como desarmonía. Así el Poder de Dios se vuelve arrogancia y el Amor de Dios, sentimentalidad. Usando la música podemos armonizar a todos y cada uno, hasta el punto en que su propia emanación se vuelve el tono perfecto para dicha Corriente de Vida.
Si bien lo arriba expuesto puede resultar elemental para el Chela; en verdad se aplica a todas las Corrientes de Vida sobre este Planeta Tierra que están apenas poniendo sus pies sobre el Sendero de la Luz.