Aunque hay veces, cuando están hollando los senderos de la Tierra, en que más o menos pueden sentir los pensamientos y sentimientos de los demás, en general los seres humanos están totalmente inconscientes (unaware) de los pensamientos y sentimientos que existen en las mentes y corazones de las personas que tienen a su alrededor, así como tampoco están conscientes de las aspiraciones secretas que emanan de sus cuerpos y que se elevan en esa corriente, de oración que lleva las oraciones de los hombres hacia el cielo.
Sin embargo, sépase que muchas de las oraciones, muchas de las esperanzas, muchas de las aspiraciones se elevan en la conciencia de quienes no saben cómo dirigir o enfocar sus energías vacilantes, no tienen la fortaleza —debido a la falta de fe— para alcanzar hacia arriba siquiera al punto en que al menos pueden conectarse con la conciencia de algún ángel ministrador, quien podría traer de vuelta una bendición a la corriente de vida que espera.
Me gustaría traerles a la mente la realización de que la fuerza de oración de la raza requiere de los sempiternos brazos de energías espirituales para sostenerla y elevarla hacia arriba hasta el punto de establecer contacto con la Octava de Luz. Déjenme explicarles esto.
La masa de la gente vive mental y emocional-mente en el ámbito astral, un estado de pensamiento y sentimiento que es pesado, en un estado casi constante de depresión y demás actividades destructivas. La fuerza de oración está tan salpicada de miedo, de incertidumbre, de duda y de confusión que, actúa del todo dentro del alma, tiene poca dirección, poco ímpetu, y no muy a menudo se elevaría de ese ámbito de depresión y se conectaría con la Octava de los Maestros Ascendidos o con la Octava de Luz.
Devas, Maestros, Ángeles de Oración y otros espíritus ministradores están constantemente sobrevolando en la atmósfera, en particular sobre las grandes ciudades, esforzándose por hacer agujeros en esta densa sustancia síquica y por acopiar esas débiles espigas de oración. Esas oraciones y peticiones hacen la conexión entre los suplicantes y el Poder de Dios, para responder a sus Llamados, respuesta la cual viene desde los Ámbitos Superiores.
Los estudiantes conscientes, grupos e individuos, una vez que se hacen conscientes de esta necesidad, pueden convertirse en tremendos “brazos espirituales” que, en todas las ciudades, pueblos y comunidades, pueden elevar la fuerza de oración de la misma manera que pondrían sus brazos de manera Cósmica alrededor de toda la población, y llevar todas esas oraciones, sin pausa, hacia el cielo, mezclándolas con la propia energía consciente y peticiones fuertes de ustedes.
En cuanto a asistencia, así como ustedes envolverían una flor con la mano, asimismo juntan esas líneas de fuerza, sosteniéndolas hasta que un Ángel-Deva, un Maestro o algún Espíritu Ministrador reconozca esa energía y atraiga desde la mismísima Presencia de Dios la respuesta, dirigiendo la bendición hacia el alma aspirante.
Se Me ha llamado “maestro de ángeles” así como también de hombres. Este servicio ha sido prestado en su mayoría por los ángeles, pero ya es hora de que los estudiantes presten este servicio con la Hueste Angélica.
En una mañana de domingo, y en particular en una noche de miércoles, cuando la actividad de oración tiene lugar en la mayoría de las iglesias, si ustedes dieran desde su octava la asistencia que he delineado, tanto mayor sería la descarga que fluiría de vuelta sobre la energía de retorno de estas súplicas. A las corrientes de vida vendrían las bendiciones requeridas para fortalecer su fe y reforzar su esperanza en la omnipotente misericordia de Dios.
Amados amigos, son tantas las oportunidades que existen para ocupar sus energías que a veces vacilamos en presentarles nuevas, ya que su fervor y sinceridad son tales que se esforzarían por hacer más de lo que permitiría la capacidad que tienen. Siempre he sentido que algunas actividades le resultan atractivas a cierta gente, y que diferentes servicios atraen a otras corrientes de vida. Así, cuando Nuestras palabras son registradas y luego van adelante a grandes cantidades de personas, algunas de estas sugerencias seguramente caerán en tierra fértil, y algunos corazones responderán a cada servicio requerido.
Les doy gracias por su indulgencia.
Les doy gracias por su gran cortesía y por sus dulces seres.
Que la bendición de Dios esté con ustedes, Hijos Míos.
Tomado del libro: Diario del Puente a la Libertad – Lord Gautama y Lord Maitreya – pag 50
Agradecida. Excelente pagina
Muchas gracias
.hermosos seres de luz..