Cómo utilizar la llama de la resurrección | Pablo el Veneciano

Amados Míos, cada vez que dirijan su atención a su propio sagrado corazón, en el cual habita su Divinidad. Ustedes dirán, “Oh, amada Inmortal y Victoriosa Llama Triple de Dios en mi corazón, te amo, te amo, te amo; Asume tu plena liberación! dentro de mí ahora, flamea Tu luz a través de todo mi ser y mi mundo!”.

Y es importante reflexionar acerca de lo que significa “mi ser y mi mundo”, lo cual se traduce como sus cuerpos físico, etérico, mental y emocional. De la misma forma, cuando hacen un decreto y lo utilizan en el nombre de la Santa Amatista, diciendo, “Amada Santa Amatista, Tú estás dentro de mí, flamea Tu Luz a través de todo mi ser y mi mundo.” ¿A través de qué flameamos Su Luz? Pues, la flameamos a través de los cuerpos físico, etérico, mental y emocional.

He aquí una lección que algunos de ustedes, que han aprendido a respirar y que han enseñado la respiración rítmica, conocen. Dentro de su corazón, dentro de esta inmortal Llama Triple, está la esencia vital de toda Virtud Divina. Está conectada con todo Atributo Divino, Facultad y Ser Divino en este Universo. Está conectada con el Templo de la Resurrección y con las actividades de Jesús y María, así como también con la Santa Amatista, con la Llama de la Liberación y con la Llama de Pallas Atenea, para mencionar sólo algunas.

Luego, al ustedes exhalar la Llama de la Resurrección dentro de su cuerpo físico, deben sentir como se revitaliza su cuerpo etérico, sientan como se aceleran los poderes Divinos que tuvieron en el Gran Sol Central antes de que el mundo existiera; sientan en su cuerpo mental la aclaración de esos conceptos Divinos que vienen desde el Corazón de Dios y que entran a su cuerpo emocional. Sientan el optimismo, el regocijo y la felicidad de servir a DIOS, a los Maestros Ascendidos y a su prójimo.

Cada vez que usen la llama de la resurrección, acompañada del ejercicio de respiración rítmica, visualicen el poder ingente y activo de esa poderosa energía electrónica envolviendo la totalidad de su Ser individual y todo cuanto les rodee. En la pausa (reteniendo el aire) visualicen como se expande esa luz y barre con todas las posibles tinieblas que ustedes erróneamente hayan creado. (En la exhalación) Visualicen como se expande esa luz que acaban de generar y (en la pausa sin aire) proyecten todo el potencial de esa luz de vida hacia todo el planeta o cualquier circunstancia que estén trabajando.

Tomado del libro: Diario del Puente a la Libertad –  Madre María

Serapis Bey Editores