El verbo hecho carne
Todos los días en este planeta Tierra, doquiera que un bebé llore, doquiera que una madre dé a luz y nazca un niño, el gran “YO SOY” es vuelto a ser hecho carne, y cuando ese infante llega al punto en que el Santo Ser Crístico puede controlar los vehículos del pasaje vocal y auto-identificarse, utilizará ese “verbo hecho carne” y se auto-reconocerá como ese “YO SOY”. Triste, sin duda, resulta que antes de pasar mucho tiempo las sombras que lo rodean lo sacan de ese primer reconocimiento inicial, y lo llevan a las limitaciones y aflicciones en los hogares en los que debe vivir, y en las familias con las que debe cohabitar.
Individuos que habrán de ser padres no comprenden NADA de lo que podrían hacer para cooperar con el elemental del cuerpo y los constructores de la forma, en la creación de un instrumento de gran perfección a través del cual la corriente de vida operante podría servir. Si, particularmente las mujeres de la raza, pudieran llegar a una comprensión de su parte en la conformación propiamente dicha de la naturaleza del niño que abrigan en su matriz, podríamos redimir a esta raza tanto más rápidamente; pero en su mayoría se limitan a permitir que la Naturaleza, los constructores de la forma y el elemental del cuerpo continúen con el proceso milagroso y maravilloso de crear este instrumento físico… ¡y se maravillan por un momento ante el milagro del nacimiento!
¡Amados Míos, Yo sé de lo que hablo, al haber pasado por una experiencia y una iniciación que muy pocas mujeres en esta Tierra se han visto forzadas a soportar! ¿Han pensado ustedes acerca de la inmaculada corriente de vida del Maestro Jesús, de la belleza del mundo emocional, tan lleno de amor y luz, que él fuera escogido para ser un representante del Padre de todo el sistema ante la humanidad —un cuerpo emocional tan delicado, tan bondadoso como una paloma y, empero, tan fuerte en su magna fe según se requiriese, un cuerpo mental alerta y receptivo a las indicaciones del Ser Divino y de la Presencia, un delicado vestido etérico magnífico sin mancha, sin siquiera una cicatriz —ese es el ser que Yo contemplé antes de siquiera pedir la oportunidad para preparar un vestido físico APROPIADO para que tal espíritu lo habitara.
Preparación de la mujer embarazada
¡Piénsenlo, ustedes, que han sido sometidos a la prueba de un día de mantener felicidad o paz, piensen en cómo sería las cosas si tuvieran que permanecer nueve meses completos y no permitir que ni una onda de energía que pasara por sus emociones, su mente, su memoria, sus palabras o sus acciones, causara el más leve estigma sobre el próximo Avatar! Cuando los Grandes Seres les piden que traten de mantener una estabilidad emocional o un optimismo mental, una resurrección etérica de su bien, no se les exige en su interior la responsabilidad de realizar el gran servicio de modelar un vehículo físico tan fino como la más excelsa pieza de marfil tallado, tan delicada como el pétalo de una rosa… ¡y empero tan fuerte como el acero!
Amados Míos, ese servicio que presté Me ayuda a saber lo que las mujeres de la raza podrían hacer si en el momento en que supieran que están embarazadas, se empeñaran por auto-mantenerse emocionalmente en paz, sintonizándose con Mi actividad vibratoria o con la de la amada Kwan Yin, manteniendo sus mentes sobre pensamientos limpios, puros y bellos, limpiando sus memorias de las impurezas del pasado, y manteniendo sus cuerpos físicos como templos del Más Alto Dios Viviente.
Es Mi sueño y oración, y también de Kwan Yin, que llegue el día en que cada madre se arrodille —como lo hiciera yo— ante Gabriel, y consagre todas las energías de la corriente de vida a preparar el vehículo más perfecto para el alma que entra —cuando cada madre diga: “He aquí la esclava del Señor”, cuando no habrá madre avergonzada, temerosa ni afligida; ninguna madre que, mediante la arrogancia o la vanidad, desee destruir la vida en su cuerpo. ESTO TIENE QUE PASAR EN LA TIERRA. Amados Míos, ya que Yo, que trabajo en el Templo del Sagrado Corazón, he examinado las corrientes de vida que esperan encarnar. Me he esforzado por purificar esa sustancia elemental que constituye la herencia del alma.
Aquí encuentras una oración para los bebes que entran (nacen).
Tomado del libro: Diario del Puente a la Libertad – Madre María
Serapis Bey Editores
Daniela
BENDICIONES PARA TODAS LAS EMBARAZADAS TIENEN UN ESPIRITU DIVINO EN SU VIENTRE CREO Q ESE ES EL AMOR INCONDICIONAL Q TODAS LAS MADRES LLEVAMOS EN NUESTRO CORAZON DURANTE TODA LA VIDA
Brenda Vallejos
Veronica Chandia
Sara Lucia Gutierrez Jerez
AMEN