¡Oh, las discusiones, las peleas, la fuerza física y el asesinato propiamente dicho que se han cometido en defensa de la Verdad! Los encendidos patriotas de Mahoma, los grandes Cruzados, y actualmente los fanáticos de toda religión que claman, “¡he encontrado la Verdad!”
Acudo a ustedes ahora y les digo, “¿serán ustedes la Verdad, por amor a Mí?” Trescientos años después de que el amado Jesús concluyó Su ministerio, en cierta gran ciudad de Asia menor, casi toda la población femenina se reunió y se dio a una lucha física — tirándose lechugas y otros vegetales unas a otras, todo por una discusión en cuanto a quién era la Tercera Persona de la Santísima Trinidad. Puede que hoy la cuestión sea más sutil, pero no por eso es menos ridícula.
Ustedes, amados Míos, que han venido —algunos de ustedes— desde el otro lado del mundo, han indicado a la Ley Cósmica que desean conocer la Verdad. Un Maestro Ascendido permaneció con ustedes en todas sus preparaciones, y cada uno de los que han entrado a este edificio fue personalmente patrocinado y acompañado por un Ser Perfeccionado para proteger su luz y proveerles un tránsito seguro, a fin de que la fortaleza de sus energías combinadas pudiera ser utilizada en el empeño de la Ley Cósmica, para unificar la conciencia de la humanidad en el período asignado de veinte años.
No quisiera ponerlos tensos en el sentimiento de su responsabilidad. Lo que sí quiero es encender en ustedes el regocijo por la oportunidad de unificar sus talentos —tanto potenciales como desarrollados— en este gran crisol, en las corrientes de vida de unos con otros, para dar fortaleza, protección y asistencia, y conformar un “centro corazón” a través del cual la verdad encarnada pueda llegar a los pueblos de la Tierra.
Amados Míos, ustedes han escuchado estas palabras una y otra vez, a través de los amables oficios de nuestro amado Godfré, y de la cariñosa asistencia de nuestra amada Lotus, durante años —la verdad es perfección. Nada que no haya sido concebido en la mente y corazón de Dios tiene realidad ni inmortalidad — ¡gracias a Dios!
Luego, cuando ustedes se precipitan con todo el poder y la atención de sus sentimientos sobre los defectos que aparecen en la corriente de vida con que se encuentran, no están encarnando entonces la conciencia de Verdad. ¡No es la Verdad! Por favor sientan eso con todo su corazón y alma y espíritu cuando ven alguna manifestación de mala salud, imperfección, aflicción y la incontable cantidad de limitaciones que constituye la herencia de la humanidad. El negocio de ustedes consiste en ver y ser la Perfección.
Diario de El Puente a la Libertad – Pallas Atenea – Parte 4
Amada Presencia YO SOY EL QUE YO SOY, Gracias por su Amor, Iluminación y voluntad Crística que me guía y sostiene en el camino de la Verdad, a través de los Maestros Ascendidos y Seres de Luz Perfecta. Amado joven Gabriel, miel gracias, por tus bendiciones y por sostener la instrucción y transmisión de estas escenciales enseñanzas, que me son para mi más Alto Bien.
Gracias!!!!