Puedes repetirla junto conmigo, o cerrar los ojos mientras le envías luz al alma o almas en cuestión.
¡Amada Presencia de Dios “YO SOY” de este amado ser! Hago la venia ante tu Presencia y tu autoridad sobre esta corriente de vida, y acepto la sabiduría de Tu decisión de llevar a casa esta alma.
Hago la venia ante la presencia del espíritu santo, y siento la radiación de Su Paz como un manto de confort espiritual. Sólo la Paz, la Armonía y la Felicidad se manifestarán en este período de transición para esta alma, pasando rápida y gentilmente a la liberación espiritual más plena del corazón de Dios.
Bendito Mahá Chohán (Pablo en Veneciano), te pido que aceptes el aliento final de esta alma, así como le diste su primer aliento al nacer.
Amado Dios de Misericordia, Amados Maestros Jesús y Saint Germain, invoco su Ley del Perdón por todas las transgresiones a la vida que esta bella alma no haya sabido liberar, no sólo en esta vida terrena, sino desde el principio de los tiempos. Invoco la sustancia flamígera del Amor Libertador para transmutar todas las energías que fueron atraídas a través de los sentidos —olfato, audición, visión, habla y tacto— así como también las manifestaciones más sutiles, evocadas a través de los cuerpos etérico, mental y emocional.
En el nombre de Jesús Ascendido, le hablo al elemental que estaba a cargo de sostener la vida en el cuerpo físico de esta persona, y lo insto ahora a cooperar con la Voluntad del Ser Divino, amablemente liberando a esta alma, sin pugna alguna, a los brazos del Arcángel Miguel y Sus Ángeles de Liberación.
Lo que he pedido aquí hoy, lo pido por todas las almas que desencarnen en la Tierra en este período de veinticuatro horas, y particularmente por aquellas que no tienen a nadie que interceda por ellas. ¡Que así sea!
Gracias Gabriel! Bendiciones!