Extractos tomados de mi libro El séptimo rayo y sus poderosos decretos de la llama violeta. Les comparto unos breves apartes acerca del tema de los sueños, del cual quise escribir a raíz de una pregunta frecuente de si los sueños son realidades alternas. No obstante, se trata de algo muy diferente.
En mi libro también se ofrece una manera de identificar los tipos de sueños y la forma de purificarse. Lo que comúnmente se denomina sueños no es otra cosa que la proyección, en la pantalla de la conciencia, del conglomerado de creaciones humanas propias y ajenas con las que el individuo ha entrado en contacto consciente o inconscientemente, particularmente aquellas provenientes del ámbito familiar o del entorno inmediato. Los sueños son el producto de las creaciones que habitan dentro de los cuerpos y mundo del individuo.
Las formas de pensamiento y sentimiento que flotan en los estratos invisibles de la atmósfera que comparte con otros encuentran la manera de expresarse en la pantalla de su conciencia cuando duerme, y son energizadas por los deseos de sus propios cuerpos, los cuales nunca dejan de crear, ni siquiera cuando el cuerpo físico duerme. Estas creaciones humanas buscan preservarse alimentándose de la atención que el individuo les presta. Esa misma energía de vida, dirigida inconscientemente hacia ellas, es la que les permite continuar existiendo en los planos sutiles.
Los sueños cambian cuando se hace la práctica de la Presencia YO SOY con armonía y constancia. Ya no hay escenas distorsionadas de ninguna índole ni confusión alguna. En su lugar, el estudiante empieza a elevarse a estratos superiores de conciencia, donde puede recibir instrucción verdadera, asistir a templos de luz o simplemente descansar en la paz del Cuerpo Mental Superior o Santo Ser Crístico.
Es entonces cuando el sueño cumple su verdadera función: revitalizar los vehículos internos, permitir la interacción consciente con los retiros de los Maestros Ascendidos y brindar descanso real al cuerpo físico. De este modo, el estudiante se despierta renovado, sereno y lleno de una comprensión superior. Así como la luz del día disuelve las sombras de la noche, del mismo modo la luz de su propia Presencia YO SOY puede disolver todas las formas imperfectas que han confundido al ser externo por tanto tiempo. Y entonces, incluso en el sueño, el estudiante de la luz será libre.
Sugestiones en la vida moderna
Una de las causas de los sueños distorsionados durante el descanso nocturno proviene del uso indiscriminado de los sentidos físicos, especialmente a través de la vista y del oído. En la vida actual, el ser externo se ve constantemente expuesto a imágenes, sonidos y vibraciones que programan a los cuerpos inferiores con toda clase de sugestiones que luego se exteriorizan durante los sueños.
En el Libro de los Siete Arcángeles, el amado Arcángel Jofiel nos dice: “La humanidad en su mayoría, mediante el uso del poder magnético de su conciencia, atrae hacia sí misma las ideas de la atmósfera inferior, las sugestiones de otros seres humanos, las sugestiones a través de la palabra escrita, la radio, el cine y las sugestiones más degradadas del reino psíquico y astral. Luego, a través del pensamiento y el sentimiento, las nutren, las energizan y las externalizan en el mundo de la forma.”
El ser externo sin discernimiento actúa como un imán inconsciente, absorbiendo las creaciones inferiores que flotan en la atmósfera y también aquellas emitidas deliberadamente por los canales modernos de entretenimiento, muchas de las cuales provienen directamente del estrato psíquico y astral.
El cine, la televisión, la música disonante y hasta ciertos libros arrastran el mundo de sentimiento del espectador a escenas cargadas con cualidades humanas que propician el desbalance emocional. Estas formas permanecen vivas en el mundo del individuo y afloran cuando el cuerpo físico duerme.
Usted, amado estudiante, trate de analizar con qué frecuencia asume un control absoluto sobre sus cuerpos y con cuánta facilidad o dificultad es capaz de mantener la mente y los sentimientos en completa quietud al desarrollar cualquier actividad de la vida cotidiana, como comer, bañarse, alistarse o caminar.
Fácilmente podrá comprobar que el bombardeo constante de las formas de pensamiento y sentimiento es tal que, invariablemente, su conciencia tenderá a aferrarse a al menos una de ellas para alimentarla, y entonces entretener la conciencia para mantenerla alejada de su centro de armonía.
Luego, cuando se va a dormir y simplemente quiere descansar, el centro de conciencia es aprovechado y mal utilizado por los cuerpos sutiles, los cuales siguen funcionando de acuerdo con las programaciones con las cuales usted los ha alimentado durante toda una vida de ver televisión, de escuchar música disonante, de criticar, juzgar, condenar, molestarse, preocuparse y todas aquellas cualidades humanas con que ha elegido alimentarse y autoprogramarse.
Usar el discernimiento
El estudiante consciente debe aprender a proteger los sentidos y sus cuerpos sutiles con la misma diligencia con que no olvida alimentarse para mantener funcionando a su cuerpo físico. Si voluntariamente permite que su vista y oído queden expuestos constantemente a contenidos que no están en la frecuencia de la armonía de la Presencia YO SOY, estará debilitando su campo áurico y permitiendo que los cuerpos inferiores sean vehículo de toda clase de influencias nocivas que luego tendrán que expresarse, primero en los sueños y en los cuerpos sutiles, y luego en el cuerpo físico.
La actividad consciente durante el sueño
Cuando el cuerpo físico entra en el descanso nocturno, la conciencia, que no está limitada al cerebro ni a los sentidos físicos, tiene la oportunidad de actuar en planos más sutiles. Si bien la mayoría de la humanidad vaga inconscientemente durante las horas del sueño, atrapada entre formas creadas por su propio mundo emocional o por las sugestiones del ambiente, el estudiante de la luz puede aprovechar esta oportunidad para servir, instruirse o ser recargado con bendiciones espirituales, si así lo invoca conscientemente.
¿Qué ocurre cuando un estudiante no solicita ser llevado a un retiro de un Maestro Ascendido mientras duerme? Normalmente, la conciencia etérica vaga dentro del reino astral, a menudo tejiendo formas y figuras fantásticas en sueños.
El hombre, al calificar la energía cósmica para crear estos sueños, es responsable ante la ley cósmica por el uso de dicha energía, cuya naturaleza sin valor sólo añade volumen a la efluvia psíquica y astral en la que la humanidad habita.
