Observando el descenso de la energía radiante de la corriente de vida hacia dentro de la conciencia individual, vemos la tremenda responsabilidad que cada ser tiene en ser el dispensador de Vida. ¡La gloriosa energía pura de Dios, cada electrón que contiene la plenitud del Plan Divino, no sólo para el individuo sino para el sistema Solar de todos los planetas, continúa fluyendo hacia el uso del individuo, bajo la dirección consciente del ser personal y por cada electrón prestado al individuo, él rendirá cuenta!
Cuando se dirijan al Santo Ser Crístico y piden que les haga y mantenga dignos de haber liberado a su uso consciente todos los poderes de su ser, el Santo Ser Crístico toma nota de su uso de la energía Divina en cualquier periodo de veinticuatro horas. Esta energía es alrededor del 10 por ciento de la asignada a su corriente de vida. ¿Puede cualquiera de ustedes siquiera durante una hora de las veinticuatro decir, que estos electrones, esa energía radiante, la esencia espiritual de la Divinidad ha fluido a través de su canal limpia, no contaminada y calificada con Amor? ¿Cómo entonces, puede el ser personal quien no es capaz de dispensar la vida armoniosamente durante una hora, en pensamiento, sentimientos y palabras, ser considerado adecuado para ser el dispensador y custodio consciente de esa esencia de vida preciosa?
¡Consideren bien la corriente fluyendo que es su Vida! Las palabras de David son aplicables a su propio método de progreso: “El Señor es mi Pastor, nada me faltará, porque ÉL me conduce junto a aguas tranquilas”. ¡La gloriosa Esencia de Vida que llena el corazón y surge a través de cada hombre es alegóricamente expresada como las “aguas tranquilas”!
Entonces, humilde, gentil, quietamente arrodillémonos delante del Regalo de Vida y bañémonos en las “aguas tranquilas” y hallaremos nuestras almas restauradas. Pidamos ayuda Divina y consejo en la dispensación de nuestra energía de Vida cada hora, no sólo en decretos y aforismos.
Recuerden, el hombre es como un tamiz con mil huecos y las “aguas” de Dios están fluyendo constantemente desde cada uno en emociones, en pensamientos expresados y no expresados, en las acciones de la carne y en la palabra hablada. La afirmación de Jesús: “Sean fieles en las cosas pequeñas y les haré maestros sobre muchas”, es realmente la misma Verdad expresada. Permítanse aquellos quienes aspiran a la Santidad, quienes desean por Dios tener el uso completo de toda la energía de la corriente de vida, hacer el esfuerzo consciente concertado para proteger la vida fluyendo hacia dentro de nosotros por horas. Chequear la impaciencia y la irritación y las palabras impensadas; detener la agitación consciente de los procesos de pensamiento que recalifican la energía de Dios y tratar de verter como dijo Mi Gran Señor Maitreya (El Señor del Amor Divino) – “Una emoción de descanso en acción”. Luego el Santo Ser Crístico, mirando sobre su uso de los talentos a su disposición, puede duplicar esos talentos en su experiencia; de lo contrario, no sería parte de la misericordia o justicia incrementar su responsabilidad, mientras aún son incapaces de dispensar constructivamente la pequeña asignación de Vida que Dios les ha dado.
La sabiduría de las edades, Puente a la libertad – Maestro ascendido Kuthumi