“El que habita al abrigo del Altísimo, morará bajo la sombra del Omnipotente”. [Salmo
VISUALIZACION: Contempla el Corazón de Dios y ve dentro de ese cáliz espiritual, la imagen perfeccionada de ti mismo y de cada miembro de la raza humana. Escudriña tu identidad espiritual, viéndote como Dios te vé.
Luego, vuelve tu atención a tu propio corazón físico, una copia del Corazón Divino, y siente profundamente la presencia de tu identidad espiritual entronizada dentro del Sitio Secreto del Altísimo.
Al sentir la presencia de tu Ser Divino individualizado dentro de tu corazón, aquiétate, permitiendo que esa Presencia Interna irradie, a través de ti, Su Paz, Su Dirección Inteligente, Su Confianza, Su Maestría Comandante y Poder.
Al estar tu atención colocada sobre esta suprema Presencia Maestra, siente profundamente que Ésta comienza a crecer y a expandirse, hasta que llena todo tu ser; y allí donde habían estado dos — tú mismo (el contemplador) y la Presencia Interna (lo contemplado) — ahora se convierten en UNO.
“YO SOY creado a imagen y semejanza de Dios, un ser perfecto mentalmente, emocionalmente, espiritualmente y físicamente. Acepto la Presencia de Dios dentro de mí, atrayendo a mi esfera de influencia todo lo que requiero para expresar la Perfección. Acepto la Presencia de Dios dentro de mí, bendiciendo a la vida doquiera que YO SOY”.
Diario del puente a la libertad del Mahá Chohan