Al aproximarnos al cierre del ciclo de doce meses, todos aquéllos que representan a la Jerarquía Espiritual están reunidos en Shamballa, y allí celebramos un Thanksgiving Cósmico, en el cual participa cada uno de los hermanos. La Gran Cámara de Audiencias está abierta para esta festividad, y la noche antes del feriado de ustedes (y durante los cuatro días y noches subsiguientes) hay una constante vertida de bendiciones sobre cada electrón, elemental, animal, humano, ángel, deva, Maestro Ascendido y Ser Cósmico que haya contribuido consciente o inconscientemente al avance de la raza.
Esta Llama de Thanksgiving ha ido adelante rítmicamente desde el día en que los treinta seres se arrodillaron ante la venida de su Señor, Sanat Kumara, y ha aumentado en poder.
Una de las maneras más exquisitas de prepararse individualmente para la Época de Navidad, es que cada corriente de vida consciente y diligentemente prepare su propia ceremonia de Thanksgiving, oficiando sobre el altar de su propio Templo Crístico, invite a toda la vida que le ha servido durante los doce meses que han pasado a la presencia de su propia Llama Divina, y a través de una bendición especial, conferir sobre dicha vida la sustancia adicional de su propia naturaleza Crística.
Esta ceremonia le mostrará a cada hombre cuán rico es él en las bendiciones que han llenado su mundo a través de los canales en cada Reino — Natural, Humano y Divino. En una actividad así, no hay amargura o descontento que pueda vivir. También, cada Maestro a quien el individuo extienda una invitación a esta ceremonia, responderá y entrará al santuario del corazón donde tal Thanksgiving se esté celebrando — y esta visitación, de por sí, traerá un retorno de bendiciones espirituales más allá de la comprensión del hombre externo, por el esfuerzo individual involucrado en preparar por tal Servicio de Thanksgiving a la vida.
Diario de El puente a la libertad de el Mahá Chohán