Me gustaría hablarles brevemente sobre el tema de los “campos de fuerza”. Como sabrán, “YO SOY” el Representante del Espíritu de la Naturaleza para el planeta Tierra. Todas las especies de flores, arbustos y árboles están sostenidas en embrión dentro de Mi Conciencia, y son descargadas libremente a los Espíritus de la Naturaleza, a los Directores de los verdores planetarios y locales, flora y fauna.
Ya que todo regalo manifiesto de la Naturaleza es primordialmente una IDEA (desde los grandes océanos y cordilleras hasta la violeta más pequeña escondida entre el musgo en el bosque), pues todo “campo de fuerza” en este jardín exquisito de focos espirituales que “YO SOY” apadrinando y nutriendo primero entra como una “idea semilla” a la conciencia de algún individuo receptivo.
De ser recibida con entusiasmo, la idea entonces toma forma en la mente del chela (padrino en el ámbito no-ascendido). Luego, el chela construye dicha forma mediante la fuerza de pensamiento de su propia corriente de vida, así como también de las energías cooperativas de cualquier grupo con el cual él comparta el diseño. Los sentimientos del chela y su grupo determinarán el tamaño, eficacia, cualidad y Servicio Cósmico que se podrá prestar por dicho “campo de fuerza” en particular. La alimentación rítmica constante del patrón impide que éste se disuelva en los éteres amorfos y, por supuesto, el que los Ángeles Devas le den alma a estos “campos de fuerza” les ha dado más fuerza y poder irradiador.
Quisiera recordarles que, por ejemplo, además de amar al Reino Elemental, tiene que haber una fuerte corriente positiva que GOBIERNE sus actividades (de los Elementales) en tiempos de crisis. La energía que llena tanto los corazones humanos como los Elementales, se agita bajo presiones extremas. Todo aquél que, en la costa, haya presenciado la poderosa esencia de las ondinas en acción, puede aprehender la verdad de que el “campo de fuerza” de un individuo y de un grupo tendría que ser extremadamente positivo para gobernar un mar embravecido.
ESENCIA DE LA LUZ
Ahora bien, el aroma de los “campos de fuerza” al ser éstos alimentados y expandidos, es la “esencia” en sí de la Luz Espiritual. Esta fluye impersonalmente sobre la Tierra y a través de los elementos sensibles del alma de los hombres. “YO SOY” el Jardinero empeñado en crear un bello jardín de Victoria para la Tierra. El servicio específico de cada “campo de fuerza” se convierte en una planta eléctrica que puede imbuir su momentum en otros “campos de fuerza” en momentos de crisis. Ningún “campo de fuerza” puede hacer el trabajo de otro. Los “campos de fuerza” generalizados de las iglesias y grupos metafísicos pierden algo de su eficiencia ya que no se especializan. Es mi deseo que se dé dicha especialización. Recuerden, Hijos Míos, que el Jardín crece mediante la exposición a diferentes tipos de radiación. El jardinero que teme por sus delicados retoños y sostiene sobre ellos un paraguas, perderá la cosecha. Los fuertes vientos que llevan ciertos nutrientes espirituales y polen, son tan necesarios como el sol amable y la brisa de abril… La naturaleza tiene una manera de preservar las especies, pero no a punta de un afán insensato. Esto se realiza mediante una siembra prudente y una invitación a los cuatro elementos. Igual debe hacerse con los empeños espirituales.
Diario de El puente a la libertad de el Mahá Chohan
