“Nosotros queremos que todos sean libres, siempre y cuando estén dispuestos a serlo; pero realmente tienen que quererlo. No se puede querer la Luz la mitad del tiempo y experiencias humanas la otra mitad, y al mismo tiempo hacer un verdadero progreso. El deseo por la Luz tiene que ser continuo, y entonces no habrá altura que no pueda alcanzarse. Pero si los deseos humanos son gobernados sólo la mitad del tiempo, entonces los individuos no podrán recibir ningún bien absoluto ni permanente. La luz debe ser sostenida conscientemente y con maestría para que la misma pueda ser manifiesta sobre cada aspecto de la vida de quien la invoca.
“Ustedes tienen que mantener en alto una guardia firme sobre sus sentimientos. Ante la menor perturbación, sin importar qué puedan estar haciendo… ¡deténganse! ¡Aquiétense! Y caigan en la cuenta de que se trata de una fuerza destructiva que está tratando de alcanzarlos. La causa no tiene nada que ver con ello – o lo que ustedes puedan creer que es la causa. La causa está enteramente dentro de ustedes, si la dejan adentro. De manera que monten guardia, y ante la más leve insinuación de cualquier perturbación en su mundo emocional o a su alrededor… ¡deténganse y despéjenlo!”
Tomado del libro: “La Voz del YO SOY. Volumen 6”