La manifestación más pequeña de la Vida que puede ser medido en términos entendibles por el hombre es el electrón. Los electrones son el Cuerpo de Dios, son puros, son Luz Universal con Inteligencia dentro de ellos que responden como un relámpago a los poderes creativos, tanto de Dios como del hombre. En diversas formas estos electrones componen el átomo del mundo físico. El diseño geométrico, la velocidad de acción alrededor de un núcleo central, determina el átomo particular de átomo y muchos átomos vibrando con la misma tasa vibratoria, forman la substancia del hierro o del acero o del oro de la piel, etc.
La misma substancia universal está dentro de todas las formas manifiestas, pero el Poder creativo de la Deidad, determina la acción vibratoria del átomo, así como también su diseño geométrico. Por lo tanto, toda substancia física es Luz y toda ella es el Cuerpo de Dios. Todo fluye en movimiento constante, siendo extremadamente sensible y obediente a las indicaciones de Dios.
Uno puede ver entonces que, hasta los llamados “objetos inanimados” se están moviendo constantemente, están pulsando con el aliento de Dios y pueden ser comandados a una perfección mayor por el Chela alerta.
El cuerpo de carne es más obediente y responde más rápidamente que un objeto o substancia inanimada porque la tasa vibratoria es más alta y está en constante contacto con el Poder creativo que fluye a través de sí, desde la victoriosa Llama triple inmortal en el corazón. Por lo tanto, es un asunto sencillo el moldear la carne en mayor belleza y armonía y cualquiera que se tome el tiempo se convertirá en una manifestación del Poder de la Palabra de Dios sobre la substancia de la carne.
Mis queridos les he presentado lo anterior para que lo estudien y para que experimenten ya que, últimamente he estado oyendo a muchos Chelas que dicen: “Si tan sólo yo pudiera presentar un mejor aspecto físico, como un representante de la Divinidad que sirve a la Jerarquía Espiritual…” Y Yo le contesto: ¡Claro que sí pueden!
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Que no les quepa la menor duda que los Poderes de la Luz están trabajando en todo momento para elevar y purificar este Planeta y su Gente. Vuestra conciencia de esta Luz y vuestra cooperación diaria con ella, son gozosamente reconocidas. A medida que entráis en vuestra contemplación diaria, sientan vuestros cuerpos yaciendo en un mar de Luz, sintiendo entonces la Luz como el agua del océano que fluye en y alrededor vuestro. De esta manera no sentiréis ninguna tensión cuando hacéis vuestras invocaciones y aspiraciones.
Electrones – Amado Mahá Chohán, Santo Aeolus