El elemental del cuerpo y su función | Kwan Yin

Nota: Este artículo tiene una segunda parte que puedes ver haciendo clic aquí.

Hay un elemental del cuerpo cuya función es la de trabajar con los Constructores de la Forma, con el Santo Ser Crístico de la corriente de vida, y con los Señores del karma que limitan la libertad del alma en su elección de vestido.

Este elemental comienza su trabajo en el momento de la concepción. En la mayoría de los casos, motiva el recién nacido cuerpo físico, y casi lo gestiona totalmente a lo largo de la infancia.

El alma (ego personal acumulado) funciona débilmente a través de esta forma elemental. Cuando el individuo es altamente desarrollado y maduro espiritualmente, se esfuerza en tomar el control del elemental del cuerpo y del ego personalizado a una edad temprana.

Este elemental del cuerpo no va evolucionado de nuevo, con cada vida sucesiva, sino que es uno de los “criados” del ser Divino en evolución, el cual (al igual que el alma) le acompaña durante todo el viaje. A diferencia del alma, sin embargo, el elemental del cuerpo es relevado de la conexión con el ego al momento de la muerte, y goza en su propio ámbito de los seres elementales, durante el periodo en que el ego está en el ámbito desencarnado, siendo citado por los Señores del karma para ser inspeccionado antes de que el alma sea enviada de nuevo a la vida de la Tierra.

La forma del cuerpo que asumirá el ego al momento de la encarnación, sus características, sus fortalezas y sus debilidades, recaen dentro de la naturaleza evolucionada de este elemental, el cual tiene una inteligencia y una voluntad propia. Cuando los individuos han de prestar un mayor servicio a la Vida, los Señores del Karma usualmente permitirán que los Constructores Dévicos de la Forma modifiquen este ser elemental. Para hacer esta modificación se atrae a dicho elemental a una Esfera Superior de actividad en los Niveles Internos antes de que el alma sea convocada para encarnar.

Ahora bien, a lo largo de un periodo de siglos, ocasionalmente el elemental del cuerpo se pone muy positivo y, a veces, muy malcriado cuando se le ha dejado salirse con la suya. En aquellos casos en que un poder tremendo se enfoca a través de una corriente de vida, el elemental del cuerpo sale siempre más fuerte ya que dicho poder es anclado en las células de la estructura física.

En otros casos, mediante abusos y excesos (encontrándose continuamente con oposición a sus esfuerzos de construir y retratar la perfección del Santo Ser Crístico) el elemental del cuerpo se pone rebelde, huraño y abiertamente antagonista frente al alma y ego personal, a los que ha sido asignado. El cáncer y la desintegración de la unidad corporal son usualmente manifestaciones de este estado de cosas.

Paz, unidad, armonía y entendimiento entre los propios miembros de uno (cuerpo, mente, alma, personalidad y Ser Divino) son esenciales para la ecuanimidad y progreso en el Sendero. Combatir al elemental del cuerpo es inútil; consentirlo es perderlo.

Es sabio relacionarse con él mediante la madura dignidad del Amo de casa, cuando es necesario dirigir a su personal inmediato. Esto es igualmente aplicable al alma (naturaleza de la personalidad).

El Mahá Chohán

El elemental del cuerpo que anima los vehículos físicos de la humanidad, ángeles aprisionados y elementales, es muy inteligente y controla el mecanismo de la forma física. A menudo se torna antagónico hacia dicha forma, ya que el mismo elemental del cuerpo sirve a la misma corriente de vida desde el momento de la primera encarnación sobre el planeta Tierra, hasta que el alma es transmutada a Luz Espiritual y ese individuo alcanza la Ascensión.

Este elemental del cuerpo ha sido HASTA HOY forzado a menudo por los Señores del Karma a reanimar el vehículo físico, cuando un individuo de este tipo reencarnó en la Tierra.

Gran amor, gratitud y comprensión al elemental de tu propio cuerpo crea una afinidad entre él y la forma física, y permite que la corriente de vida se desasocie más rápidamente del elemental del cuerpo al cierre de la encarnación en la Tierra.

Recuerda, el elemental del cuerpo palpita tu propio corazón, activa tu sistema nervioso y se encarga del funcionamiento apropiado de los órganos de forma física; y a menudo se le condena cuando alguna parte del vehículo físico deja de funcionar apropiadamente. La verdad es que el uso destructivo del libre albedrío por los vehículos emocional, mental, etérico y físico descontrolados del alma crea caos en el vehículo físico, y el elemental del cuerpo sirve constan mente para reparar dicho daño.

Les sugerimos utilizar el siguiente decreto:

Amada Presencia de Dios “YO SOY”, Poderosos Hércules y Amazonas:

Bendigan el elemental de mi cuerpo por el servicio que me presta.

Al cierre de mi estadía terrena, pónganlo en libertad.

Sin su amorosa presencia, yo ni siquiera existiría.

Bendito elemental de mi cuerpo, ASCIENDE CONMIGO.

Amado “YO SOY” (x3)

Por la propia mano de Dios, Ahora

comando (x3)

por la mano de Hércules

por la mano de Amazonas

Conscientemente acepto esto hecho AHORA MISMO con pleno poder, eternamente sostenido, todopoderosamente activo, siempre en expansión y envolviendo al mundo hasta que todos seamos enteramente ascendidos y libres.

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Tomado del libro: Diario del Puente a la Libertad – Kwan Yin

Serapis Bey Editores