Se recomienda mirar el video para una mayor comprensión de la temática, si tienes preguntas puedes dejarlas en los comentarios.
En lecciones anteriores vimos el origen de las partículas microcósmicas y sus diferentes combinaciones, vimos el origen del macrocosmos partiendo desde los quantares hasta llegar a nuestro planeta, vimos también el origen de las entidades biológicas o cuerpos humanos, máquinas de tecnología biológica súper avanzada que nos permiten actuar en el mundo de las formas. Ahora, es momento de adentrarnos en el conocimiento acerca de los orígenes del espíritu, de nuestra alma superior, de nuestra esencia divina.
Anteriormente vimos el tema de los siete cuerpos dimensionales, recordemos: físico, etérico, mental, emocional, Santo Ser Crístico, cuerpo causal y Presencia YO SOY. Ahora en esta lección, veremos el origen de cada uno de esos cuerpos comenzando desde nuestro propio espíritu.
Han transcurrido 4.000 millones de años desde que la tierra inició su vida en torno al sol, faltándole un viaje de otros 5.800 millones de años, luego de los cuales se fundirá con el núcleo solar donde se encuentra su contraparte etérica.
La tierra duro 400 millones de años en estado gaseoso; requirió luego, 800 millones de años más para solidificarse, luego fueron necesarios 800 millones más para la manifestación de formas embrionarias de vida, y otros 700 millones más tuvieron que pasar, para que se manifestara la Magna Presencia del Ser Humano sobre el planeta tierra: El Rey de la Creación, creado a imagen y semejanza del Gran Arquitecto Universal.
Mientras el planeta se preparaba para la venida del Ser Humano, ocurría la formación de gérmenes de materia plasmática tipo DAR, en la periferia de las nebulosas de tipo NEST o embrionarias, que como recordaremos son las que pueden originar vida. Estos gérmenes se van agrupando con el paso de miles de millones de años, hasta conformar unas estructuras denominadas DARIO: éste DARIO va creciendo durante miles de años, atrayendo hacia sí más gérmenes de materia plasmática de cargas positiva, negativa y neutra, creándose una carga o partícula pulsante inarmónica de +9 y -6, a la cual se le denomina KAR VIDICO (vida). Este KAR VIDICO es la chispa divina incipiente, emanada del Padre en un acto de amor para la expansión del cosmos.
El KAR VÍDICO es tomado bajo la custodia del Padre Génesis y la Madre Universal, que conforman una sola entidad que se encuentra en la 18aba Dimensión, siendo ésta la dimensión del Padre creador, del Padre Celestial.
El Padre Creador es la Gran Energía Universal pura e incalificada, la cual alimenta espíritus incipientes creados por él mismo.
Del Padre Génesis y la Madre Universal en la 18aba dimensión, surge el alimento en forma de cadenas mertánico-vídicas, que contienen PARTONES con grabaciones genéticas eléctricamente grabadas. Con el paso de miles de años, de ésta chispa incipiente surge El Espíritu, el cual se manifiesta en séptima dimensión, a imagen y semejanza del Creador.
Durante miles de años, se realiza allí en séptima dimensión, un proceso mediante el cual, éste espíritu se va conformando hasta que una vez fortalecido y pleno de energía, por un proceso similar al que lo ubicó en séptima dimensión, se desprenden de él cadenas MERTÁNICO VÍDICAS separadas por polaridad positiva y negativa, que con el paso de miles de años dan origen dos unidades o entidades electrónicas en quinta dimensión, una masculina y otra femenina, conocidas como YO SUPERIOR masculino y YO SUPERIOR femenino, juntas, dan origen a lo que se vagamente se conoce como: ALMAS GEMELAS.
Las Almas Gemelas, como seres de quinta dimensión, uno de polaridad masculina y el otro de polaridad femenina, poseen cada una, la mitad del mapa; almas que algún día llegarán a unirse nuevamente después de numerosas vidas.
A la unión de esta triada conformada por: la Chispa Divina o Espíritu en séptima dimensión, y los dos seres superiores masculino y femenino, se le denomina Triada Superior. De estas almas gemelas en quinta dimensión, se empiezan a transferir partículas de KÁR VÍDICO a través de los fastenes kárticos a las dimensiones inferiores. (Los fastenes karticos son conductos por donde viaja la energía, es la misma red de luz que ya vimos). Esto sucede a lo largo de miles de años, durante los cuales, éstos fastenes kárticos más la energía de los planetas y de los diferentes reinos de la naturaleza, conforman los vehículos genético-energéticos de expresión en el mundo de las formas, lógicamente sustentados desde la séptima dimensión, surgiendo de ésta manera el hombre y la mujer con sus correspondientes vehículos en tercera y cuarta dimensión.
A la unidad anterior conformada por siete cuerpos dimensionales se le denomina SEPTUM o CASA DE VIDA. Aquí es pertinente aclarar ciertos puntos acerca de estos siete cuerpos. Si viste el video de los siete cuerpos dimensionales, recordarás que son físico, etérico, mental, emocional, Ser Crísitico, cuerpo causal y Presencia YO SOY. Pero en esta imagen vemos otros siete cuerpos. ¿Cómo es esto posible?
La explicación es bastante sencilla. EL SEPTUM o CASA DE VIDA, no se refiere a la composición de los cuerpos mencionados, sino a la jerarquía de estos tres niveles.
¿Se entiende? ¿No? ok de nuevo, si pudiésemos ver el septum más la explicación de los siete cuerpos dimensionales ya conocidos, veríamos lo siguiente:
En esta imagen podemos ver a la presencia YO SOY rodeada del cuerpo causal en séptima dimensión, en seguida observamos a dos seres cristicos en quinta dimensión, uno de polaridad femenina y otro de polaridad masculina. En seguida observamos el origen de los cuerpos sutiles en cuarta dimensión, femenino y masculino según corresponda. En este plano es donde se encuentran los cuerpos etérico, mental y emocional. Y finalmente vemos el origen de los cuerpos físicos en tercera dimensión con sus manifestaciones femenina y masculina.
Es decir que si tú polaridad es femenina estas aquí, y si tu polaridad es masculina estas por acá. Cuando las dos mitades hayan ascendido al plano de la Presencia Superior después de muchas encarnaciones, el espíritu finalmente se vuelve uno en esencia y en consciencia, culminando así su periodo de evolución y remontándose hacia planos más elevados que veremos en una próxima lección.
Muy bien, volviendo a la explicación, los nombres con los que se conoce a cada cuerpo son los siguientes:
Séptima Dimensión: Espíritu – Dualidad equilibrada – Arcángel sin sexo.
Quinta Dimensión: Almas – Ángel de la guarda – Mentor – Guía espiritual – Conciencia – Súper YO.
Cuarta Dimensión: ELLO – Zona fantasmal – Astral – Cuerpo físico sutil.
Tercera Dimensión: YO – Cuerpo físico denso.
Del hecho de tomar energía de los reinos mineral, vegetal y animal para conformar así las vestiduras de manifestación en la tercera dimensión, es que se cree que el ser humano ha pasado por el reino mineral, vegetal y animal, reencarnando en elementales, plantas o animales, lo cual no es cierto. Todos los reinos tienen una línea de evolución diferente, esto lo veremos en una siguiente lección denominada líneas de evolución humana, dévica y angélica.
El ser humano es creado a imagen y semejanza del Padre, pero nunca ha evolucionado en línea directa del mineral al vegetal y al animal; simplemente ha tomado la sustancia y la energía de todos los reinos, para conformar las envolturas que le permitirán manifestarse en el plano material.
El Ser Humano en realidad es el Rey de los Reyes, el Rey de la Creación. Esta unidad constituida por las siete esencias dimensionales, a saber: El espíritu o dualidad equilibrada en séptima dimensión, las almas gemelas en quinta y sus cuerpos en tercera y cuarta dimensiones, es el conjunto al que se le da el nombre de SEPTUM o CASA DEL PADRE, tal como está expresado en forma alegórica en la parábola del hijo pródigo, ya que alguna vez salimos de la casa de nuestro Padre, bajamos al mundo de las formas, para regresar de nuevo a la casa de donde alguna vez partimos.
Cada planeta tiene un sistema diferente de evolución: hay planetas en los cuales los seres son andróginos, como es el caso de Urano; allí los seres no se biparten, no se dividen en almas gemelas, sino que simplemente descienden al plano material como una sola entidad biológica, donde las dos partes, el aspecto masculino y el femenino lo llevan dentro de sí mismos.
Una vez que la chispa divina es materializada en un planeta, es independiente del Padre Creador, manifestándose plenamente su libre albedrío, porque es libre y tiene a su alrededor todo lo necesario para llevar una vida trascendental y evolucionada, usando para ello la herencia del Padre. Si el ser humano derrocha su herencia, la malgasta, la tira por la borda porque se cree demasiado grande, quedará sin nada y tendrá que empezar de nuevo para construir todo aquello que perdió, y que alguna vez vio ante sus ojos.
Resumiendo: venimos del Padre Creador que se encuentra en la 18aba dimensión; en séptima dimensión aparece el espíritu o dualidad equilibrada: éste es el mismo plano de los arcángeles y los Elohims; a su vez en quinta dimensión, aparecen las almas gemelas o YO SUPERIOR de cada ser, éste es el mismo plano del ángel guardián, de las legiones angelicales, de los Dévas y de los Maestros. En la cuarta dimensión mora nuestro cuerpo sutil o ELLO y en tercera dimensión aparece el YO o cuerpo físico denso, dotado de sus cinco sentidos.
Para la actividad de cada cuerpo es necesario un medio ambiente energético adecuado. Así, para la aparición de los cuerpos de 3ra y 4ta Dimensiones, es menester un planeta físico, y de éstos hay miles de millones en el universo. Imagina un planeta como la tierra, se conformó durante miles de millones de años con la condensación de la energía, su superficie se enfrió conformando continentes. El intercambio de elementos atómicos produjo hidrógeno y oxígeno que al unirse en las atmósferas superiores, dieron origen al agua; llovió durante millones de años y la temperatura bajó aún más, apareciendo así las primeras moléculas capaces de metabolizar aminoácidos esenciales. La agrupación de estos aminoácidos dieron origen a las primeras células con capacidad de metabolizar proteínas. Sucesivamente, por agrupación y durante millones de años, aparecen sobre la faz del planeta elementos vivos unicelulares, pluricelulares, plantas, invertebrados y vertebrados. El mundo vegetal, acuático y aéreo, animales superiores, mamíferos, etc. Historia que más o menos conocemos y comprendemos.
Durante la evolución de las especies, aparece en el planeta por orden superior, una entidad biológica singular que denominaremos SIMIO; el cual cuenta con características y apariencia humana, sin embargo, no es un humano porque no tiene esferas mentales.
Los Planos Superiores utilizan esta materia que ellos mismos han preparado, para insertar líneas mertánicas vídicas con la grabación genética necesaria para poder manifestar un campo mental, se insertan también las seis esferas mentales, lo que hace que el Simio sufra una mutación que lo llevará, a través de miles de años a asimilar esas grabaciones con características de un ser humano incipiente. Aparecemos así, por primera vez sobre un Planeta.
Que el amor de Dios esté siempre contigo