Controlen las mareas de pasión, ¡Actúen Ahora! | Kwan Yin

La sustancia de vida calificada con el tinte rojo de la pasión fluye en grandes mareas a través de la atmósfera de la tierra. Los jóvenes sin tener conciencia de lo que está pasando en el mundo mental lleno de tales discordias, entran caminando a estas mareas de energía poderosamente calificada sin ningún tipo de protección consciente.

¡Oh, amados Míos! Se los ruego, en el nombre de la vida y de la luz, utilicen sus energías para sublimar esas mareas de pasión, para elevar esa energía al Fuego Violeta, de manera que todos los que entren a esta Ciudad de Oportunidad sean llenados con luz. Hagan el Llamado pidiendo que la presión de energía que interactúa sobre los cuerpos de la gente joven sea una presión que produzca perfección en arte, en música y en toda actividad buena. Su karma los ha traído a la Tierra, y Nos estamos esforzando para estimular dentro de ellos un deseo de convertirse en Dioses y Diosas, y manifestar la perfección de la gran Diosa de la Libertad y de la amada Portia (Diosa de la Oportunidad).

Como ustedes saben, he servido durante mucho tiempo como miembro del Tribunal Kármico. He visto a muchos de ustedes muy a menudo —tanto antes de cada vida terrena como después. Los he visto rumbo a la encarnación llenos de una nueva vida y entusiasmo, llevando fuertemente agarrado el pergamino (en el cual está escrita la misión que les tocará servir), ansiosos de encarnar y “encender el mundo” la luz y la comprensión que conocieron en los Niveles Internos. Los he revestido con Mi amor, orando que puedan retener alguna remembranza del voto que hicieron de “hacer las cosas bien” a través de las puertas del nacimiento y de los años de crecimiento. He estado en los hogares a los cuales ustedes vinieron. He vertido a través de sus padres y seres queridos tanto de Mí como me fue posible verter en sus sentimientos. A veces los he visto regresar al cierre de una vida, mustios, agotados y desanimados. Los he tomado en Mis brazos y borrado con besos sus desilusiones, sus desánimos y su dolor. Les he dicho que el único fracaso es rendirse, y a sus almas y espíritus he vertido a menudo las siguientes palabras: “¡Amado Mío, sencillamente sigue tratando!”

Te hablo ahora mientras que todavía estás en lo mejor de tu vida terrena. No he esperado hasta que cuerpo físico desgastado haya liberado a tu alma cansada. Te hablo desde el corazón del Tribunal Kármico, y te digo; “En el nombre de Dios, mientras todavía tienes vida y facultades, mientras que todavía tienes la oportunidad y la sustancia de este mundo, mientras que tienes un conocimiento de esta Ley, en el nombre de Dios — ¡realiza tu voto ahora!” y, el llamado de que la muerte, la enfermedad, la desintegración y la descomposición sean eliminadas del planeta. Haz el llamado pidiendo que la impureza sea borrada de la Tierra —causa, efecto, registro y recuerdo – dejando a este planeta más libre sólo porque tú has existido. ¡Te recordaré esta petición cuando seas llamado regresar a Casa y una vez más comparezcas ante Mi presencia, sin esa vestimenta de carne! ¿Qué harás ahora con Mi vida?, porque es Mi vida la que te doy. Es Mi conciencia la que comparto contigo. Todos ustedes vendrán a Casa algún día. No hay escape. No hay escape posible, amados Míos, ya que ahora hasta el “Ámbito de los Durmientes” sólo permite un descanso máximo de un año. La “empalizada” de por sí ya no existe más. Los “atados a la tierra” también tienen que responder al llamado del Señor y realizar su razón de ser.

Algún día, amados Míos, ustedes comparecerán ante Mi presencia y Yo diré, “En aquel Domingo de Ramos hace algún tiempo atrás, en un bello santuario en la Tierra, les di Mi vida, les di la remembranza de su propósito de ser, les pedí que se convirtieran en Dioses y Diosas de Misericordia y Compasión, y que sanaran una ciudad de impureza; y espero que ustedes puedan decir: “¡Hice lo que me pediste!” Luego, la gran felicitación del Señor, “bien hecho, mi buen y fiel sirviente resonará en el aire, vertiendo Su bendición sobre el espíritu suyo, y ustedes y Yo nos regocijaremos de que han regresado a casa “para no volver a salir ya más”.

¡Que Dios los bendiga!

KWAN YIN

Tomado del libro: Diario del Puente a la Libertad – Kwan Yin

Serapis Bey Editores