(El Puente, Enero de 1954)
Algún día, la humanidad de la Tierra en su totalidad tendrá que medir la Palabra de Dios utilizando la Luz de sus propios corazones y la inteligencia de sus conciencias, y Nosotros nos esforzaremos siempre por ayudarlos a recordar no temerle a hombre alguno. La duda y la incertidumbre surgen del miedo, y todas estas cualidades se disipan cuando ustedes permanecen en el sereno equilibrio de su propia Llama Divina, diciéndole a toda Vida, no en chorritos sentimentales, emocionales y espasmódicos, sino constantemente, silenciosamente (o, de ser necesario, audiblemente): “Te Amo” trátese del individuo a quien ustedes sirven, de su servicio a la Vida en el mundo de los negocios, de los objetos inanimados a través de los cuales se realiza el servicio, o de su propio hogar.
El Amor es la alquimia más maravillosa que existe en el planeta. Ustedes podrán mantenerse libres de todas esas tensiones que surgen, siempre y cuando amen el servicio que prestan, y lo dejan fluir felizmente hacia su realización. Amados Amigos, los amo a todos y a cada uno de ustedes, y cuando algún día se yergan Ubres, con sus brazos abiertos, corazones levantados, almas purificadas, ¡sabrán que les He proclamado la Verdad de Dios!
Diario de el puente a la libertad – Saint Germain