Un Alma aspirando, ascendiendo como una flecha de punta plateada desde la arcilla pegajosa de la conciencia en la cual la Tierra está enmarañada, encuentra que aun cuando se libere de la succión del pensamiento del hombre existe todavía mucho de la arcilla alrededor de ésta.
La conciencia que envuelve a la Tierra es emitida desde los pensamientos y sentimientos de millones. Es una masa de energía inteligente, viviente, abundante. Mientras un individuo permanezca en un cuerpo Terrenal, él es susceptible todo el tiempo al flujo de esta conciencia a menos que su protección esté alrededor de él y él esté conscientemente sincronizado con la Luz del Mundo.
La duda y el miedo, la desconfianza y la suspicacia son los productos naturales de la mente de la Tierra. Cuando el alma es feliz y se eleva, repele esta sustancia. Cuando la depresión y el descontento entran en la vida, esas cualidades latentes llenan el mundo del individuo.
La aplicación constante de la Ley; la atracción constante de la Llama; la carga y recarga constante del mundo con Luz y la vigilancia constante es un requisito para la Victoria.
La sabiduría de las edades, Puente a la libertad – Maestro ascendido Kuthumi