Inversión energética del Amado Maestro Morya

Cuando acudí al Tribunal Kármico y solicíte la oportunidad de llegar a la mente externa de la humanidad, les dije que si se Me daba tal oportunidad, Yo regresaría en breve al mismísimo lugar donde se Me otorgó la Dispensación, y que conmigo vendrían los cuerpos físicos de las corrientes de vida en quienes había escogido invertir Mi fideicomiso.

Yo estoy agradecido más allá de lo que las palabras puedan expresar, al describir que ustedes escogieron responder a Mi confianza y que escogieron mostrar interés en Mi plan. Agradecido estoy de que escogieron voluntariamente emprender este peregrinaje, siguiendo su propia estrella guía. Benditos sean ustedes. Hijos de la Tierra.

El Tribunal Kármico ha aceptado la Verdad de que, cuando a la humanidad se le familiarice con las operaciones de los Concejos Cósmicos, los hombres cooperarán con ellos. Esta aceptación Nos asegurará mucho más libertad en esforzarnos por llegar al resto de la raza.

Como ya saben, la inversión de Nuestras energías está determinada por cuáles serán los frutos de dicha inversión. No hay actividad personal alguna que se tome en consideración en ninguna Dispensación que emane del Tribunal Kármico. La decisión en su totalidad descansa sobre el beneficio y bendición que recibirá la raza como un todo.

Nuestras energías dejan de pertenecernos como individuos, consignándose al bien de la Gran Hermandad Blanca y sus esfuerzos en beneficio de la raza como un todo. Debemos solicitar y recibir aprobación de la Ley para alcanzar a través del velo y dar una descripción verbal de eso que ocupa Nuestras energías, así como también “soplos” que los seres humanos pueden entretejer en sus propias vidas —si tal es su escogencia— y entonces manifestarlos como frutos y cosecha.

Sobre el Gran Tetón se yergue un magnífico brasero en el que se quemarán las grandes Peticiones Cósmicas que vienen de todos los Retiros en el mundo entero. Al mismo tiempo, las peticiones de los estudiantes estarán siendo quemadas en los braseros en sus santuarios. Es así como el Fuego Sagrado en la cima de los Tetons y el que arde en los santuarios de los estudiantes se unifican conscientemente. Las actividades dentro del corazón de los Tetons se conectan con el mundo físico a través de la cooperación consciente y asistencia de los Estudiantes.

Tomado del libro: Diario del Puente a la Libertad – El Morya