Toda Creación se ajusta a la Ley Cósmica que es un patrón general predeterminado con suma precisión. La selección natural no ocurre por casualidad o por azar como lo predican algunos científicos. Cada parte de una galaxia evoluciona basándose en un Patrón de Vida, siendo una sucesión de experiencias que se gobiernan por el libre albedrío.
Planeta:
Un planeta se creo para dar oportunidad de auto-expresión y crecimiento a diversas formas de vida -seres humanos, ángeles y vida elemental de los cuatro elementos (aire, tierra, fuego y agua)-.
Cada planeta está gobernado por una Jerarquía que administra la Ley Cósmica a medida que se va aplicando al planeta.
Sol:
El Sol es un elemento que da y sostiene la vida de un sistema planetario, consistente en un sol y varios planetas. Es un foco de la Divinidad en ese sistema. Cada sol está gobernado por dos Inteligencias -una masculina y otra femenina-. A esas dos Inteligencias que gobiernan el sistema solar al que pertenece la Tierra, se las conoce como Helios y Vesta.
Sol central:
Se le considera el “el sol detrás de nuestro sol físico”. Nuestro Sol central es el foco de los Seres Divinos Alfa y Omega, que proporcionan la Ley Cósmica para la totalidad de nuestra galaxia.
Galaxia:
Una galaxia consiste en un Sol Central y diversos sistemas planetarios. Cada sistema planetario consiste de un sol y diversos planetas.
Unas galaxias tienen miles de planetas. Las galaxias están en constante movimiento, y se mueven en espiral.
Conocer a Dios y su modo de operar es un trabajo de toda una Eternidad. El Amor es la clave. Mediante el Amor, Helios y Vesta proyectaron cada planeta exactamente a la distancia correcta. Mediante el Amor, cada galaxia permanece en su órbita alrededor de su foco central, mientras avanza por el espacio con la velocidad del relámpago, hacia un destino conocido sólo por la Deidad.
Tomado del libro: El hombre origen, historia y destino.
Exhorto
Amados, ustedes son parte de este magno diseño. Para vibrar en consonancia con este Amor Divino y esta precisión cósmica, requieren mantener la armonía en sus sentimientos y ejercer un autocontrol perfecto sobre su energía de vida.
Hagan sus llamados a la Amada Presencia YO SOY y utilicen la llama violeta para purificar sus vehículos inferiores. Al hacerlo, se alinean con la Jerarquía y con el propósito divino de su encarnación.
Decreto
«¡Amada Presencia YO SOY, Amados Helios y Vesta, Amados Alfa y Omega! Yo reconozco y acepto el Patrón de Vida y la Ley Cósmica que rige mi ser. ¡YO SOY el Amor Divino que sostiene mi mundo en perfecta armonía! ¡YO SOY la expansión de la Luz en cada acción! ¡Gracias Padre, porque así es!»




