La conciencia y los cuerpos de la humanidad están dotados con el principio engendrador de vida de la fertilidad y pueden consciente o inconscientemente aumentar y multiplicar cualquier deseo o idea que les permitan entrar en el compás y órbita de su Ser.
El principio engendrador de vida de la fertilidad es innato a la substancia vital universal y está enfocado en tanto lo formado como lo amorfo es la esperanza y desesperación del hombre evolucionante. Si la substancia vital universal no fuera tan obediente y no se prestara a la alimentación y expansión de ideas, deseos, etc. Se hubiera podido evitar mucho de las creaciones desatinadas que forman las cadenas de la humanidad. Pero de igual manera, toda la esperanza del hombre de convertirse en co-creador con el Padre, estaría invalidada si no hubiera una fuente de alimentación mediante la cual las ideas, los pensamientos y los sentimientos se hubieran podido manifestar.
Entonces, en toda nuestra contemplación, regocijémonos ante esta “fertilidad creativa y engendradora de vida”, de la cual nuestro Amado Saint Germain tan bellamente ha dicho que ¡Llena todo rincón, esquina y grieta del universo! No hay lugar o estado dentro de la órbita del sol donde no esté presente tal substancia inteligente. Por lo tanto, doquiera que vuestro cuerpo pueda pararse, estáis allí inmersos en esta substancia inteligente, pulsante y fértil que está tomando forma y creando constantemente de acuerdo a las operaciones de vuestras fuerzas mentales y emocionales.
Las bendiciones de esta substancia, la aceptación de Su presencia y el poder purificador de Su radiación, no sólo son servicios tremendos sino que también resultan en una atracción de más de éste Bien, desde Su presencia a vuestro alrededor… ya que toda substancia se lanza hacia una radiación de Bendición.
Electrones – Amado Mahá Chohán, Santo Aeolus