En vista de que, para cada inteligencia vital que pertenece a nuestro universo se provee con cien mil veces más substancia electrónica de la que puede posiblemente invocar y transformar, no hay pues posibilidad alguna de que la respuesta de la Luz universal sea limitada cuando los poderes magnéticos invocativos de la conciencia se ponen en movimiento en la cuarta dimensión.
Veréis entonces que, en el transcurso de varios millones de años durante los cuales siquiera la conciencia de un hombre ha estado operando en esta citatoria magnética y de precipitación cuanto de la Luz universal, llevando vestiduras hechas por cada uno y que espera redención en el mundo de la forma, señalando a la necesidad consciente y responsabilidad de cada individualización, de continuamente consagrar aplicaciones conscientes a la purificación, liberación, resurrección y ascensión de cada una de estas partículas electrónicas que a través de las puertas de su pensamiento y sentimiento, dejaron el ámbito de la inocencia y permanecerán como una manta de vibración imperfecta que circunda a esta recalcitrante estrella.
Para la precipitación divina y control de energía, nosotros debemos equilibrar nuestros esfuerzos para atraer conscientemente, de acuerdo a nuestro ahora mayor entendimiento de la purificación de aquello que ha sido ya consciente o inconscientemente invocado a lo largo de las centurias. Aquí tenemos sin tensión, el balance que cada Corriente de Vida tiene que presentar al universo particular que acuñó su individualidad y su potencial calidad de Divino.
Aun con todas las concesiones y dispensaciones que se les ha dado a los Chelas; lo cual lava mucho de la energía mal calificada que ellos han impulsado hacia adelante a lo largo de las edades, han de estar siempre alertas ya que nunca saben cuándo algún karma no transmutado será colocado en su Sendero para que sea redimido. Cuando el Chela se pregunta porque él no tiene algún bien en particular que ha estado pidiendo, que recuerde que hay algún obstáculo en Su Corriente de Vida, que él creó mayormente en alguna de sus vidas pasadas por cuenta propia y que requiere transmutación.
Electrones – Amado Mahá Chohán, Santo Aeolus
