Concentren la atención sobre la región de la glándula pineal, sabiendo que la atención enfocada allí hará que tenga lugar la actividad equilibrante de todos los centros, atrayendo y proyectando todo el poder hacia el centro de la cabeza. Desde este centro el poder del verbo -que no es más que una representación del pensamiento- se reflejará de vuelta sobre el centro vocal.
Durante este período de contemplación —o de dirección consciente de la atención al Centro Más Alto— estén conscientes de la respiración pareja, equilibrada y rítmica. Con esto no quiero decir que hay que darle una atención especial; sencillamente, que respiren a conciencia algunas veces, y luego sencillamente estén conscientes de que están respirando rítmicamente. Inhalen contando hasta ocho; retengan contando hasta ocho; exhalen contando hasta ocho; y permanezcan sin aire hasta contar ocho. Luego, repitan de nuevo este ciclo. Después de hacer esto varias veces, se aproximarán bastante al ritmo apropiado. La actividad de esta conciencia responde a la demanda.
El gran Principio Divino está por encima de la forma y la envuelve a causa del anclaje de Dios en el corazón.
Los Siete Centros son los puntos de anclaje de la individualización de Dios en la forma física. La glándula pineal es el punto de anclaje e irradiación del Gran Sol Central. Cuando nos demos cuenta de esto, habremos llegado al punto en que dejaremos de considerar los centros inferiores.
Tomado del libro: Instrucción de un Maestro Ascendido – Saint Germain – pag 8
Mil gracias te amo
Gracias.
Bendito sea mi San Germain