Amados Hijos de Dios:
Los saludo en el nombre del Dios Uno, cuya Vida sostiene la presencia de ustedes en este universo, cuyo Amor los creó, y cuya visión los mantiene por siempre dentro del Diseño Perfecto, el cual conformó el mismísimo patrón sobre el cual su ser ha sido puesto de manifiesto y decretado a la acción —¡mucho antes de que el mundo existiera!
A medida que el gran Señor del Mundo atrae a los Santos —que representan Su voluntad— a la gloriosa Shamballa, en preparación para el cierre del ciclo de doce meses, que cada individuo cuyo corazón desee realizar la Voluntad de Dios, responda al tirón magnético de esta Llama Insustenta Cósmica, y camine con pies silentes y reverentes sobre el místico puente, construido con energías consagradas… ¡hacia esa Presencia!
La cosecha de los doce meses debe ser depositada sobre el altar santificado de la Jerarquía. Cada Retiro, cada Maestro, cada chela y discípulo, cada aspirante, debe rendir cuentas por el uso de sus talentos y energía —y es menester rendir cuentas por el fideicomiso más sagrado de energías invertidas dadas por el Tribunal Kármico a ciertas corrientes de vida delegadas con poder, autoridad y libertad de acción espiritual a fin de facilitar la realización de su parte en el Plan Divino.
El gran altar en Shamballa se convierte en el recipiente de la cosecha individual y colectiva de la Hermandad. Todo es supervisado por el afable rey, quien sonríe amablemente. No hay regalo que sea demasiado pequeño, no hay cosecha que sea demasiado lastimosa. Él lo recibe todo con gratitud, y bendice individualmente tanto a los tímidos como a los osados que comparecen ante el trono.
TRANSMISIÓN DE LA LLAMA
Al tiempo que la gran Transmisión de la Llama comienza su viaje alrededor del planeta tierra desde Shamballa, esta actividad representa la esperanza de la victoria final de esta estrella, une a los peregrinos y, con su cosecha del año dentro del alcance de su aura, se arrodillan y la ofrecen al Rey de Reyes, quien la añadirá al todo. Y cuando toda la cosecha haya sido acopiada desde los brillantes Arcángeles e Hijos del Cielo —así como también desde los corazones devotos de los más humildes hombres y mujeres, sin dejar por fuera al Reino Elemental— el Señor del Mundo bendecirá esa cosecha en la Llama, y se celebrará la Acción de Gracias Cósmica. El traerá los resultados del servicio de la Hermandad a los pies del Tribunal Kármico, como testimonio de obras bien hechas. Con esperanza, Él la ofrecerá para Dispensaciones adicionales el 31 de Diciembre.
Bendiciones y Amor,
EL MAHÁCHOHÁN
Diario del puente a la libertad del Mahá Chohan