En la Cuarta Esfera moran los Seres Crísticos de casi todos los miembros del género humano; y desde este Ámbito se dirige la Vida, Inteligencia y Sustancia que sostiene la conciencia externa (v.g. alma) en sus esfuerzos por encontrar el propósito de ser.
Mediante el libre albedrío, la conciencia externa tiene la prerrogativa de rechazar las indicaciones y autoridad del Ser Crístico; y la condición de la Tierra, sus pueblos y el mismísimo Reino de la Naturaleza muestran el resultado de una licencia tan arbitraria y descontrolada. En Enero de 1952, los Seres Crísticos presentaron ante los Señores del Karma una petición de retirar este libre albedrío, y permitirles ayudar en el progreso de la raza a través de las personalidades humanas que ellos han sostenido a lo largo de los siglos.
Un mensajero desde el Sol Central les otorgó una Dispensación limitada, permitiéndole a cierta cantidad de Seres Crísticos esta oportunidad, con la esperanza de que los resultados de tan misericordiosa dádiva ameritaran Dispensaciones adicionales antes de terminar el año. Aquellos de ustedes que leen estas palabras están entre el primer círculo de los escogidos. Cuando el hambre y la sed internas compelan las masas de la humanidad a buscar la rectitud (righteousness), se requerirá de toda la alimentación, conocimiento, desenvolvimiento y desarrollo de ustedes para llenarlas. De allí que el Sol Central retuvo la plena liberación de todos los Seres Crísticos, porque un planeta literalmente “en estampida” tras la Ley de Dios seria aún más caótico que lo que está en la actualidad.
Diario de el puente a la libertad – Saint Germain