Cuán a menudo los miembros de la raza humana no habrán oído estas importantes palabras “conócete a ti mismo”. Permitidme ayudaros a cada uno de vosotros a que os conozcáis a vosotros mismos y en este conocimiento, a traer sanación, armonía y liviandad de gozo a vuestras vidas.
El cuerpo físico está compuesto de diminutas partículas de substancia de Luz que el mundo de los hombres ha decidido llamar “electrones”. Estos electrones son emitidos desde el cuerpo de Dios (del Universal) y son prestados a la Corriente de vida individual para crear una “vestidura de carne” a la imagen y semejanza del “Santo Ser Crístico”. El Santo Ser Crístico proyecta un patrón de Luz de sí mismo, dentro de la substancia lumínica universal de este mundo físico y en el centro de dicho patrón, el Santo Ser Crístico proyecta el poder cohesivo del Amor que se conoce como la Llama triple. Entonces, de la substancia lumínica universal a su alrededor, esta Llama triple toma los electrones para hacer el cuerpo de carne o forma física (que toma forma en el vientre materno por nueve meses promedio).
Los electrones están en constante movimiento orbitando una y otra vez en el cuerpo y si tuvierais una visión lo suficientemente microscópica, veríais que lo que aparenta ser una pierna o un brazo, es un mar constante de Luz moviente girando en una órbita y que, al igual que la marea del mar, “sólo se le permita ir hasta un punto y no más allá” de la periferia de su lindero particular. Estos electrones circulantes forman lo que nosotros denominamos “los miembros del cuerpo”. La maravilla del ser humano es el poder cohesivo del Amor que mantiene a los electrones circulando año tras año en sus órbitas individuales. Es ese poder el que hace que en el compuesto de partes que forman la mano o la cabeza o el brazo o algún órgano, ninguno de los electrones pierda su identidad o sea absorbido por algún otro miembro distinto de donde presta sus servicios.
La acción vibratoria (promedio) de todo el cuerpo es determinado por la LLAVE TONAL de la Corriente de Vida. La acción vibratoria de la humanidad está muy debajo de su armonía natural y los electrones en el cuaternario inferior se están moviendo más despacio que lo que es su expresión natural. Cuanto más lentamente se muevan, tanto más denso será el cuerpo y la mente y cuanto más rápido se muevan, tanto más liviano y ágil serán el cuerpo y la mente. En los vehículos de los Maestros ascendidos, los electrones vibran tan rápidamente que son como las hélices de un avión en rápido movimiento… invisibles a la vista física.
El proceso de evolución a través de la atención a la Luz, acelera el paso de los electrones en todos y cada uno de los átomos y células del ser de uno y cuando la atención
de uno está puesto sobre la Luz, la armonía total de su sistema solar individual (micro cósmico), es aumentado más allá de toda medida externa de velocidad. En el caso de un miembro “herido” o enfermo, cuanto más Luz sea conscientemente dirigido dentro de los electrones de dicho “miembro”, tanto más rápidamente se dará la curación. Un miembro fracturado por ejemplo, implica que la órbita natural de la vida electrónica en ese miembro, ha sido temporalmente hecho pedazos y un nuevo núcleo de Amor tiene que ser establecido a través del eje central del hueso para que los electrones una vez más, puedan ser atraídos en armonía alrededor de dicho núcleo.
Os sorprenderíais mis Amados lo que cantarles con Amor a estas pequeñas Vidas en un hueso roto o miembro enfermo haría por vosotros. Sabed hijos de mi corazón, que mi entendimiento, mi curación y mi Amor son vuestros para que por siempre podáis sorber de ellos.
Electrones – Amado Mahá Chohán, Santo Aeolus
