Sabemos que cada ámbito de los siete reinos vibra a una tasa diferente. El reino de la Tierra y el del agua, tienen la acción vibratoria más lenta y los reinos del aire y del éter están encima de ellos. De allí pasamos a los tres reinos internos del Fuego sagrado: El plano del Santo Cristo, el Causal y el plano de la Presencia Pura. A medida que la Luz divina desciende desde el corazón de Dios, pasa a través y alimenta cada lugar tomando la forma de la substancia del plano en que vibra por primera vez, siendo entonces transmutada a una acción vibratoria inferior, para enriquecer el plano abajo. Cada plano viste a la esencia de Luz pura con los átomos de su propia esfera y de esta manera el descenso ordenado de la Luz de Dios, procede dentro de las formas manifiestas de la Tierra, agua, aire y fuego.
Mano a mano con la evolución de una humanidad va la evolución de la naturaleza, así como la de los siete planos que pertenecen a la cadena de esa raza. El hombre en su descenso dentro de estos siete planos, al identificarse a sí mismo con la substancia elemental que compone a dichos planos (al aceptar y moldear vestiduras hechas de la esencia de dichos planos), tenía la intención de ser el Poder irradiante para elevar el estrato entero al elemento Fuego.
Esto ha sido hecho por los Seres en el Sol y en Venus-El Cinturón electrónico- representado como un acordeón cerrado o una taza de papel, la esencia purificada de cada plano siendo atraído hacia arriba , dentro del interior del elemento Fuego. Vosotros habéis visto la imagen del anillo alrededor de Saturno o Mercurio y ese es el halo esencial del planeta. Cuando los siete cuerpos del hombre perfeccionado son atraídos dentro del cinturón electrónico, lo mismo le pasa pero en una escala más pequeña.
El hombre sin embargo, al identificarse con los cuerpos, en vez de mantener un contacto con la Voluntad divina, dejó de ser capaz de ejercer presión alguna mediante la cual, la Luz divina pudiera entrar a los cuatro planos inferiores con una intención constructiva. Ellos se volvieron parte de la masa de la efluvia del planeta y al igual que barcos en el mar, dejaron de ser capitanes, siendo capitaneados por la substancia elemental que vinieron a resucitar, recalificar y purificar.
Para recrear mentalmente vestiduras lo más aproximado posible a la comprensión que tengáis de la Presencia YO SOY (y de hecho la substancia del elemento agua, del etérico, de la Tierra y del aire); entonces practicad mentalmente la Presencia de Dios a través de vosotros, irradiando como un sol la Luz divina de Pureza, Amor, Sanación, Misericordia y Paz dentro de estas siete esferas; que es como recrear el Patrón electrónico del Plan divino. Esto os desconectará de la influencia de los planos inferiores y os convertirá en la influencia a través de ellos.
Electrones – Amado Mahá Chohán, Santo Aeolus
