Cuando llegamos a cierto punto de adelanto en la actividad prevaleciente, a veces hacemos contacto con la Sabiduría alcanzada en anteriores experiencias olvidadas; y de haber la necesidad, invocamos dicha sabiduría a la manifestación y la utilizamos. En la mayoría de los casos, esto se hace sin que la conciencia externa esté al tanto de ello. Si necesitamos algún conocimiento en el cual hemos sido expertos en una anterior experiencia olvidada, es con creces más fácil recabar dicho conocimiento que adentrarse en la Fuente Central y sacarlo de lo increado. No es que la Gran Ley sea mezquina, pero sí es conservadora. Ella no permite que se le utilice innecesarimente.
Dentro del Archivo Divino de todo individuo están registradas todas las experiencias constructivas.
Por lo tanto, cuando la necesidad requiere de una Sabiduría en particular que allí está archivada, es natural que sea ése el primer lugar al cual se acude. Por ejemplo, si tuvieras en tu haber un libro de fórmulas de actividad, no acudirías a otro individuo que tiene el mismo libro, sino que consultarías el tuyo y te economizarías el tiempo y la energía.
De no haber los seres humanos olvidado la Sabiduría y Fuerza que están almacenadas en sus conciencias, con mayor rapidez podrían hacer uso de aquello que ya tienen a la mano.
En todo el Universo no se desperdicia la más mínima energía, excepto en la actividad externa de la humanidad. No es que se pueda agotar el Universo de alguna manera. Más bien, es ésta una manera de enseñarle a los estudiantes el uso conservador de tan magna Energía. A medida que los estudiantes profundicen cada vez más en esta Gran Sabiduría, esto se les irá haciendo cada vez más aparente.
Tomado del libro: Instrucción de un Maestro Ascendido – Saint Germain – pag 11
Con amor Sol
Gracias