Padre Universal, te amo y te doy gracias por mi vida.
Que tu amor infinito fluya a través de todos los seres del mundo, que tu amor infinito fluya a través de mí con plenitud. Que todos los lazos que nos interconectan se llenen de luz, que todos los lazos que nos unen sean de hermandad y buena voluntad.
Amada presencia de Dios, que tu luz brille y se manifieste en mi mundo y en el mundo de todos los seres. Ilumina mi mente y las mentes de toda la humanidad para obrar siempre con paz.
Que tu luz de amor y pureza recorra el mundo sanando a todos los seres. Que tu luz de pureza llene la tierra desde su centro hasta la periferia, que tu luz de perfección ilumine todas las cosas, todos los espacios, y a todos los seres.
Que el creciente resplandor Crístico brille a través de toda la raza humana.
YO SOY la salud perfecta sostenida por la mano del amor celestial. YO SOY la luz transformando cada corriente de energía, en luz sanadora, restauradora y purificadora. Eliminando todo núcleo distinto a la perfección, desintegrando cada partícula de temor, y resucitando la paz en cada continente, en cada nación, en cada ciudad, en cada hogar y en cada persona para que todos sean libres, armoniosos y luminosos.
YO SOY, YO SOY, YO SOY, el amor, el bienestar y la libertad elevando el planeta a la pureza divina.
YO SOY el fuego blanco brillando ahora intensamente, habitando en cada corazón y llenándolo de la más pura belleza divina.
Dios, Ayúdame, ayúdame a encontrarte y a manifestarte en mi
vida.
¡Padre eterno! ¡Madre eterna! En tus manos encomiendo mi
bienestar y el bienestar de toda la humanidad.
Amada presencia de Dios, escucha mis suplicas que hacen retumbar el universo entero.
Que la luz del amor libere al mundo, mi ser y a toda la vida, ahora mismo y por siempre a la más grande perfección divina.
Por la unión de las naciones, por la cooperación de unos a
otros, por todo lo que nos permite aprender y acercarnos a tu luz.
Gracias, gracias, gracias.