(El Puente, publicado en Mayo de 1954)
Su vida, calificada por su propio libre albedrío, se hace parte ya sea de la mortaja de muerte, depresión y pesadez que pesa sobre los pueblos de la Tierra, o parte de ese Poder Irradiante de Luz que consume las sombras, parte de la Actividad de Redención por la cual trabaja la Hermandad.
Esta Vida, al haber pasado por la puerta de la propia individualidad de ustedes, no tiene manera de regresar a Casa al Padre, excepto a través del Fuego Sagrado de su corazón, a través de su propio redentor, por el cual se purifica. Ustedes lo denominan “karma“. Es meramente Vida inocente, y en su viaje de retorno sencillamente lleva de vuelta a ustedes la misma cualidad que ustedes proyectaron.
Cuando dicha Energía toca el mundo de ustedes, si les resulta incómoda, la repelen; y si no le permiten encontrar su camino de vuelta al Padre de desde donde vino, permanecerá como parte de su herencia humana no -consumida de karma destructivo, hasta que puedan darle la bienvenida, redimirla mediante la Llama Violeta Transmutadora, y devolverla al Sol desde donde salió alegre y jubilosamente.
NADA PUEDE TOCARLOS, NADA PUEDE ENTRAR A SU MUNDO, EXCEPTO AQUELLO QUE USTEDES ENVIARON ADELANTE CON ANTERIORIDAD. Con el conocimiento del Fuego Sagrado, de la Llama Transmutadora —al presionar esa Energía por su Liberación —, será mucho lo de la mortaja de la Tierra, de la vestidura de muerte, lo que se transformará al pasar por el Fuego Sagrado; y ustedes —de pie con dignidad y honor — conscientemente la devuelvan a Lo Universal como Luz pura, como parte de Mi rescate.
Diario de el puente a la libertad – Saint Germain