Desde el corazón del sol físico, siempre han venido grandes Seres a un planeta y a su humanidad evolucionante para dar de Su Amor, de Su Luz y de Su Sabiduría, durante la infancia y la adolescencia de nuevas Almas. Estos Seres llevan consigo todo el conocimiento que está dentro del Padre-madre del Sistema y que es para uso de las Almas jóvenes si ellas deciden aceptarlo.
En el caso de Venus, estos Dioses Soles establecieron un Patrón y Plan que, las Almas evolucionantes siguieron al detalle y nunca cayeron de la gracia de la Armonía y Paz. En el caso del planeta Tierra, no necesito describir su estado actual y es el Amor de su planeta hermana Venus lo que le ha sostenido en Su lugar en el sistema solar. La Tierra en sí no era capaz de emitir la Luz suficiente para hacer de su lugar una necesidad en la cadena cósmica.
La Luz de un planeta está compuesto de la Llama del corazón de su gente, es el conjunto de las Llamas triples de cada ser. La Luz del mundo es una expansión de la Llama del corazón a través de las Almas de los hombres. Cuando la Llama del corazón es asfixiada bajo una acumulación de emociones humanas, el planeta sobre el cual vive tal humanidad, se torna opaco y deslustrado hasta que, al pasar el tiempo, desaparece toda radiación o emanación.
Fue entonces que el Amado Sanat Kumara y los Seres de Venus crearon un Aura de Luz alrededor del planeta Tierra, lo cual permitió que Ella continuara teniendo brillo y por ende, una razón para estar en la cadena solar. Ellos en sí sabían que era tanto deber como responsabilidad de Su gran Conciencia, mostrarles a los hombres cómo contactar con Su propia Llama del corazón y como expandir dicha Llama hasta el punto en que pudieran ser contribuyentes al brillo de su planeta. Este es el servicio primordial de la Hermandad Blanca.
Así ha sido desde el principio y cuando seres como el maestro Jesús, el Señor Gautama y muchos otros son llamados “La Luz del mundo”, están siendo realmente descritos ya que es Su iluminación a través de la expansión consciente de la Llama triple del corazón, lo que provee el brillo que la Ley cósmica demanda para sostener un planeta, una estrella o sol en un sistema solar.
Y ahora, en la embestida cósmica de la hora, los Seres, no sólo de Venus, sino también de Urano y Marte, están amorosamente dando Su Luz para ayudar a la Tierra a mantener su posición y podemos en verdad decir que la Tierra está viviendo ¡A punta de Luz prestada!
Electrones – Amado Mahá Chohán, Santo Aeolus