Purificación del cuerpo etérico | Arcángel Miguel

La vestidura etérica es parte de su forma de carne. Cuando esta parte etérica sea purificada, conformará un mejor instrumento para atraer de vuelta a la estructura cerebral y conciencia externa, la memoria de sus experiencias internas.

La purificación del cuerpo etérico es uno de los servicios sobre el cual deseamos que ustedes trabajen.

¿Puedo hablarles por tan sólo un momento acerca del cuerpo etérico? Amados Míos, el cuerpo etérico es como un espejo. Registra al instante los pensamientos y sentimientos, las acciones y las palabras habladas en su propio ser. Imita lo que ustedes hacen, aquello sobre lo cual descansa su atención, e igualmente lo refleja.

Los cuerpos etéricos de los seres humanos han sido tan marcados, tan mutilados, tan profundamente mancillados por la experiencia de vida, que en su mayoría tienen un aspecto de lo más desolador. Son lo que en la vida terrena ustedes llamarían “picado de viruela”. Estas vestiduras llevan las cicatrices de todos los desengaños, las desilusiones, las heridas, todas las experiencias mediante las cuales la humanidad ha destruido la fe y la confianza.

Pareciera que estas experiencias, incrustadas en el cuerpo etérico yacieran sin moverse. Así como su carne repara una cortada o herida, asimismo la inteligencia y la luz dentro del cuerpo etérico cosen sobre las cicatrices y heridas, una semblanza similar de tejido reparado. Pero bajo las tensiones de estrés y presión, esas experiencias internas y debilidades están propensas a abrirse de nuevo en odios y antagonismos renovados, por lo que les aconsejo que emprendan lo antes posible la purificación de esas vestiduras etéricas, haciéndolas brillar, ya que una vez fueron de un puro color blanco exquisito, cuando las recibieron por primera vez y comenzaron a registrar en ellas, mediante causa y efecto, las experiencias de la vida.

Lo que los seres humanos se hacen unos a otros al crear esas profundas heridas en el cuerpo etérico es mucho más desafortunado que las distorsiones tejidas en el cuerpo físico, porque cuando la forma es dejada de lado, y la carne inocente regresa a la sustancia elemental, la herida no permanece. LA VESTIDURA ETÉRICA SE DESPLAZA CON EL HOMBRE DESDE SU PRIMERA ENCARNACIÓN HASTA QUE ES ABSORBIDA EN EL MOMENTO DE LA TRANSMUTACIÓN, EN EL INSTANTE DE LA ASCENSIÓN. De manera que, estén pendientes, Amados Corazones, de la impresión que sobre las vestiduras etéricas se hacen unos a otros, y estén pendientes de purificar toda energía de esa índole que sea suya.

Les hablo desde un corazón que está colmado de Amor por ustedes. Hablo en nombre de la Hueste Angélica y de Mis amados Hermanos, la gran Hueste Ascendida de Luz, que representa los siete Sentimientos Cósmicos de la Naturaleza de Dios. ¡Me gustaría recordarles que el primer pecado — EL PECADO ORIGINAL QUE SACÓ A LOS ANGELES DEL CIELO, A LA HUMANIDAD DEL JARDÍN DEL EDÉN, Y ENREDÓ A LOS ELEMENTALES, FUE REBELIÓN CONTRA LA VOLUNTAD DE DIOS! ¿Escudriñarán profundamente en sus corazones, y allí donde detecten rebelión, sabrán que es parte del pecado original que los trajo al planeta sombrío? ¡Yo los ayudaré a eliminarlo!

El amado Serapis Bey se está esforzando en atraer al mundo de apariencias físicas, ciertas melodías que ayudarán a establecer en los Niveles Internos la remoción de esos núcleos de rebelión, los cuales están profundamente asentados en el mundo emocional, ya que el hombre no se convertirá en Dios, el hombre no se manifestará como ángeles, hasta que la rebelión sea transmutada en gran rendición a Dios y Amor por el prójimo.

Tomado del libro: Diario del Puente a la Libertad –  Arcángel Miguel y Señora Fe