El planeta Tierra, al igual que todos los planetas en nuestro sistema solar, requiere de la presencia propiamente dicha, la acción vibratoria y la radiación de todas las Virtudes del Altísimo. Una de tales Virtudes que requieren particularmente tanto el hombre como la bestia en la actualidad, es el Confort Crístico Cósmico. ¿Cómo se anclan estas Virtudes en los estratos emocional, mental, etérico y físico en que la Tierra se encuentra? Pues, mediante la magnetización e irradiación de dicha Virtud por algún ser que, de por sí, sea capaz de reconocer dicha Virtud, atraerla a través de la conciencia de su propia corriente de vida y, finalmente, sostener la radiación de dicha virtud a pesar de las vibraciones discordantes de las atmósferas interna y externa de este planeta.
Desde el momento en que el primer hombre y la primera mujer se encontraron capaces de crear una disonancia en la armonía de su propio flujo vital energético, se hizo aparente el requerimiento de voluntarios que magnetizaran y sostuvieran la conexión con los Ámbitos Superiores. Es así como literalmente se “canalizan hacia abajo” desde los Ámbitos Superiores, las múltiples Virtudes de Dios, las cuales son proyectadas conscientemente dentro de la atmósfera inferior de la Tierra, y crean un balance de sustancia calificada constructivamente ante las marejadas de energía calificada humanamente, de esta manera permitiéndole al Cristo vivir en los corazones de tos hombres, esperando la resucitación en un Nuevo Día.
Nuestro Señor MaháChohán es uno de estos grandes espíritus que, a lo largo de aeones, ha concentrado Sus energías en la magnetización de la Cualidad de Confort. Él ha creado en Su Cuerpo Causal y aura, un gran reservorio del sentimiento de Confort y, finalmente, después de muchas experiencias y vidas en la Tierra (mediante las cuales se desarrolló Su capacidad para magnetizar e irradiar Confort, sin importar cuáles pudieran ser las presiones externas o internas de discordia), calificó para convertirse en el Representante del Espíritu Santo de Dios para esta Tierra y sus evoluciones acompañantes. Él no es el primer Gran Ser en actuar como “conductor” del Espíritu Santo para quienes buscan Su Gracia Confortadora, ni tampoco será el último en servir como tal. Su mismísimo nombre “Mahá” (Gran) “Chohán” (Señor) es el título de un Cargo Espiritual y, considerando que se está preparando para un desarrollo aún mayor (quienes se están preparando igualmente para el Cargo que Él actualmente ocupa también estarán avanzando). El ascenderá a un Servicio Cósmico mayor.
SITIO DE REUNIÓN
Su foco en Ceilán es el sitio de reunión de los espiritualmente electos por todo el mundo. En la superficie de la Tierra, es propietario de una plantación de té que opera según las leyes de este mundo, y únicamente uno o dos sirvientes de confianza conocen al amo de esta plantación como el Ser Cósmico que es. Debajo de esta plantación está Su glorioso Retiro, Sus cámaras de concilio y sus cuartos de estudio para quienes califican para convertirse en presencias confortadoras para la Vida. Él a menudo visita Su plantación, asumiendo la forma de un alto noble hindú. Allí, administra Su sabia asesoría cuando se le pide que lo haga. Muchos seres no-ascendidos están inconscientes de este “sabio” de Oriente, si bien algunos indudablemente conocen la verdadera identidad de su amable anfitrión y consejero.
En sus cuerpos sutiles, muchos miembros de la raza humana visitan Su Retiro, recibiendo allí entrenamiento en el control de la energía y en la calificación de dicha energía con Confort, Paz, Sanación y Suministro. Este entrenamiento generalmente queda registrado en la vestidura etérica, y la conciencia externa recuerda únicamente el sentimiento engendrado por la proximidad a Su presencia y Su Hermandad del Confort. No obstante, estas buenas personas son discípulos del Espíritu Santo, y lo manifiestan en sus servicios particulares a lo largo de los diversos canales de empeño constructivo en el mundo exterior.
SERVICIO SEPTUPLE
Bajo nuestro Señor MaháChohán sirven Siete Seres, los Siete Chohanes de los Siete Rayos, cada uno manifestando específicamente una de las Virtudes del Señor MaháChohán. Estos siete Chohanes acuden a Él por asistencia, consejo, guía y autoridad para expandir Su Servicio a quienes sirven bajo Ellos, bajo el Rayo al cual pertenecen. Nuestro Señor MaháChohán también está vitalmente interesado en el Reino de la Naturaleza y sus Poderosos Directores. Cada inteligencia, desde el diminuto elemental hasta el más grande Ángel, disfruta de la radiación de Confort que fluye a través de Él y entra a sus mundos. Todo aquel que desee convertirse en una presencia confortadora para con la vida está invitado a visitarle en este Retiro, particularmente en el lapso comprendido entre el 15 de Marzo y el 14 de Abril.
La proximidad a esta Virtud conscientemente magnetizada de Confort aumenta el propio desarrollo espiritual del individuo de una cualidad similar en sí. Aquellos que hemos tenido el privilegio y honor de servir con Él, sólo podemos recomendar que le pidan Su asistencia, y que luego conscientemente sientan (acepten) Su gracia. Es la misma gracia que descendió sobre los discípulos durante aquel primer Pentecostés, y la gracia que ha emanado como un dulce perfume, desde las auras de esos benditos seres que, a lo largo de las edades, han dedicado sus vidas a confortar la gente de la Tierra y sus evoluciones acompañantes. Tengan la plena seguridad de que esta Gracia no es una proyección de la VOLUNTAD para hacer lo correcto, sino más bien una proyección de AMOR para hacer lo correcto. En vista de que este templo ha sido descrito en capítulos anteriores, no nos repetiremos en esta ocasión. ¡Apresúrense a la Presencia del Confort!
¡Habiten en dicha presencia! Regresen a sus órbitas personales llenos con ese Confort y, luego…
¡irradien dicha Virtud a su derredor!
THOMAS PRINTZ
Diario de El puente a la libertad de el Mahá Chohan