La Obra Divina de administrar la Voluntad de Dios para los pueblos de la Tierra está bajo la dirección y supervisión de siete Grandes Seres llamados Chohanes —o Maestros de los Siete Rayos
— y su señor el MaháChohán (Gran Chohán). La totalidad de las actividades, dones, beneficios y progreso de la raza humana entran al mundo y experiencia del hombre a lo largo de estos Siete Rayos.
Ésta es una sección permanente del Diario de El Puente, dedicada a cada uno de estos grandes Maestros, a través de la cual puedan Ellos adelantar su designio y actividades actuales mediante radiación, instrucción, inspiración y cualquier medio que Su gran Sabiduría considere tendrá un efecto beneficioso sobre la raza humana.
La contemplación de cada Maestro conecta la corriente de vida del estudiante con el Rayo que Él representa y que lleva la particular radiación, dones, talentos e inspiración que son Sus características, a la experiencia del Estudiante —y a través del Estudiante, al mundo.
El MAHÁCHOHÁN, EL ESPÍRITU SANTO – LA MANO DE DIOS TRABAJANDO A TRAVÉS DE TODOS LOS SIETE RAYOS. La Ley del Círculo es una maestra severa, ya que no hay más “apuntador” que el dolor y la infelicidad — y mucho después… ¡el Amor! Lo que el infante aprende a través de la experiencia, el hombre maduro podrá aprender mediante la contemplación y la observación. La energía actúa en el instante —su reculada podrá tomar centurias, pero no cabe duda de que retornará. Esto es karma —bueno y malo. El manto del Espíritu de Dios podrá desviar el pleno impacto de esta corriente de retorno cuando el alma indica una voluntariedad a aprender la causa de su dolor. Luego, el alma despertada podrá unirse a los Poderes trascendentales de las Leyes Superiores y transmutar durante su búsqueda cualquier karma capturado que misericordiosamente ha sido inmovilizado. La desviación, la suspensión y prorrateo del karma se hace en su totalidad bajo la supervisión de los Señores del Karma, quienes están autorizados por Helios y Vesta.
LA CONCIENCIA RECEPTIVA
La Verdad nunca cambia. Es sólo la conciencia evolucionante del individuo a la cual se le permite discernir mayores o menores detalles de esa Verdad, lo cual pareciera indicar conflicto. Esta capacidad para percibir la verdadera Naturaleza de Dios, Su universo y Su creación se desarrolla a través de la dedicación consagrada de la Energía Vital a tal percepción. Aquellos individuos que de tal manera hayan consagrado sus vidas a una búsqueda detallada, honesta, persistente y consecutiva tras la Verdad llegarán a esto. Algunos se han graduado del ámbito de los buscadores y se han convertido en la autoridad —la Ley en sí. Por mérito propio, son investidos con el derecho a dispensar la Verdad a aquéllos interesados en encontrarla. Es a estos seres que la humanidad debe acudir, si desea un conocimiento aplicable de las Leyes de la Vida Universal y progreso, y el medio y manera mediante el cual pueda el hombre acelerar su evolución a través de entrar a la comprensión y aplicación de dichas Leyes.
LOS PADRES-DIOSES DE LA RAZA HUMANA
La presentación del aspecto femenino de la Divinidad no debería resultar más sorprendente que el hecho indisputable de que cada ser humano tiene tanto un padre como una madre. “Como arriba, es abajo”. La humanidad, habiendo durante tanto tiempo aceptado el concepto de Dios como Padre, se ha perdido del dulce cuidado, misericordia, amorosa bondad y presencia confortadora de su Madre Cósmica.
Cada ser perfeccionado está completo en sí mismo, capaz tanto de esgrimir los poderes masculinos de su ser (a través del pensamiento) cuanto los poderes femeninos (a través del sentimiento) — pero algunos seres están particularmente constituidos con una capacidad natural para unirse al Gran Plan de la Creación como una Presencia Maestra ya sea masculina o femenina
—de acuerdo con Su naturaleza dotada inicial, así como también de su momentum acopiado de servicio. Ellos son los hijos e hijas maduros del Reino, y mezclan sus Poderes a la hora de manifestar la Voluntad de la Gran Primera Causa.
PAZ VERDADERA Y DURADERA
La Paz individual, nacional, universal y Cósmica están basadas en la capacidad de cada miembro de la sociedad de consciente y voluntariamente controlar la CALIDAD de la energía que entra en su atmósfera y órbita en particular, la cual se irradia entonces hacia afuera y afecta el mundo del cual es parte. Así como una cadena es tan fuerte como lo es su eslabón más débil, asimismo la paz de una familia, de una nación o de un planeta es tan duradera como lo es el poder que tiene el miembro más ínfimo de su sociedad para perturbar su armonía. La educación de la raza humana en cuanto a su responsabilidad individual para entrar a un curso de Auto-Control aplicado, es el primer paso hacia una paz duradera, tal cual la tenemos en el Reino del Cielo.
CÓMO ACTUALMENTE SE LES ASISTE EN EL SENDERO
El hombre es un ser séptuple, cuyos cuerpos —como instrumentos del Ser— han sido creados a través de aeones de tiempo en los planetas que pertenecen a nuestro sol físico. A través de estos siete cuerpos, cada Ser Divino escogió desarrollar los poderes de la creación consciente, y proyectarla mediante el uso de la energía del poder moldeador del pensamiento y de la esencia dadora-de-vida del sentimiento. Trabajando a través de los instrumentos de estos vehículos, el ser ha mantenido el control y maestría sobre sus actividades. Cuando el hombre permitió que sus cuerpos asumieran la autoridad y actividad independiente sin la Inteligencia Directriz del Ser Divino, el descenso consciente y digno de la Presencia Divina a la materia se convirtió, en vez, en la descontrolada y desventurada “Caída del Hombre”, sin dignidad, propósito ni designio. Nuestro empeño en particular consiste en restaurar el hombre a su estado apropiado, sus cuerpos a su función útil, y devolver la autoridad y dignidad de las directrices al Ser Divino. A este proceso se le conoce como “la Ascensión”.
LOS SIETE RAYOS
El proceso de evolución, desenvolvimiento y desarrollo de un Designio Divino del Universo es muy bello, y podría compararse a las presentaciones sucesivas en una gloriosa ópera, permitiéndose en cada acto que los talentos y la herencia natural de cierta cantidad de corrientes de vida tengan plena libertad para enriquecer el universo mediante la más plena vertida de sus empeños creativos. El ritmo de la Creación se realiza a través de seres inteligentes auto-conscientes, quienes encarnan la llave tonal de cada era. Las corrientes de vida que estos Directores Divinos reúnen a Su alrededor amplifican esta llave tonal, y el ciclo se completa a través de los seres que tienen el privilegio de evolucionar en dicha era. Hemos pasado a través de seis ciclos, y estamos entrando ahora al acto final de un ciclo mayor de catorce mil años. La subida del telón convoca las actividades del Séptimo Rayo, las cuales, bajo la dirección del Maestro Saint Germain, unificarán la conciencia de la Hueste Angélica, la humanidad de la Tierra y los Reinos Elementales. Por tanto, esta era manifestará el climax de la gloria espiritual a través de los Tres Reinos, así como también del planeta en sí.
Diario de el puente a la libertad del Mahá Chohan