Alquimia instantánea | Historia de una encarnación

Estoy impaciente por ayudarlos en todo lo que Me sea posible. Quiero compartir con ustedes Mis planes, Mis esperanzas, Mi visión. Quiero compartir Mi vida con ustedes, así como también Mi sentimiento del poder dentro de la Llama en sus propios corazones.

No hay nadie que haya siquiera tocado todavía el sentimiento del poder de logro que está dentro de esa Llama, ya que una vez que lo toquen, su momentum será tal que será un contagio, y todos aquellos que ustedes contacten conocerán su realidad no como un proceso largo, lento y arduo, sino como una acción instantánea de alquimia.

Y hablando de “alquimia”, no hay vez que pronuncie la palabra que no piense en las centurias que Me pasé esforzándome, mediante el uso de la llama física, en trasmutar metales fundamentales a oro; pero de eso me gradué a la acción más sutil de cambiar la cualidad de la energía invisible mediante el poder concentrado del Fuego Sagrado.

Durante los primeros tiempos en las universidades de Europa, el curriculum no estaba regulado como ahora. En aquellos tiempos, cualquiera que tenía talento para enseñar y que estaba interesado en aprender algo, generalmente gravitaba hacia esos centros, los cuales ocupaban en las ciudades los espacios que las finanzas metropolitanas permitían. Allí, los individuos ofrecían sus “productos”, tratárase del estudio de las ciencias o de la maestría de un instrumento musical sea cual fuere el campo. Yo estaba entre quienes, en secreto, investigaban las fuerzas sutiles de la Naturaleza; y durante los muchos, pero muchos años que seguí esos estudios, subsistí a punta de algunos mendrugos de pan, y mis estudiantes venían a mí durante la noche, no fuera que sus compañeros los vieran y fueran catalogados como pertenecientes a una orden de brujería. He sabido lo que es caminar por la calle de un poblado y ver que las madres cubran a sus niños con sus delantales negros, no fuera que Mi sombra se proyectara sobre ellos y “los contaminara de por vida”. Sin embargo, perseveré en mis empeños, y así eventualmente desencarné, aparentemente un fracaso total, haciendo que la buena gente en aquel vecindario corriera sus cortinas y abriera sus ventanas de par en par, expresando así su alivio de que “el azote” finalmente había desaparecido.

Ustedes no han experimentado (¡ni experimentarán en esta encarnación, gracias a Dios!) ninguna de tales aflicciones que tan profundamente hieren el alma, y sólo me refiero a ellas para decirles que Yo puedo sentir con ustedes las pruebas sutiles por las que pasan; pero déjenme asegurarles que tales pruebas no tienen gran importancia en el gran Plan, porque cuando su corazón está convencido de que el Poder de Dios y la “Presencia” de Dios conforman su estrella diurna, todas estas cosas pasarán, y algún día ustedes pasarán por el Umbral de la Liberación, entrando a la gran Esfera de Luz que es su hogar eterno. Mi empeño primordial ahora consiste en cargar sus mundos emocionales con una conciencia de Mi realidad como un individuo, de manera que puedan sentir que podemos sentarnos a conversar cuando aparentes condiciones de angustia opacan momentáneamente la Luz de su sol personal. ¿No harían ustedes lo mismo por un amigo? Mi gente querida, ustedes son Mi esperanza, Mi único canal de expresión, tal cual lo han sido a lo largo de las centurias si pueden aceptar esto en sus sentimientos. LOS RETO A INVITARME Y VER SI YO NO RESPONDO CON UNA RADIACIÓN TANGIBLE QUE SERÁ UNA ASISTENCIA PRÁCTICA PARA USTEDES EN SUS DIARIOS QUE HACERES.

Como ven, queridos amigos, debido al pensamiento ortodoxo, los Maestros han sido relegados a ámbitos de nubes de gloria. Han sido representados como visionarios, seres efímeros que prestan servicio al mundo únicamente a través de la radiación y lo hacemos ocasionalmente; pero, cuando llegan al punto de unión con un Maestro, ponen de lado este tipo visionario, y aceptan un amigo práctico. Eso es lo que ahora Yo seré para ustedes. ¿Me aceptarán? ¡Confío que sí! Igualmente confío en que a menudo Nos sentaremos a conversar de cosas aparentemente sin importancia, de cosas sentimentales. Puede que consideremos los soles y las estrellas en el espacio, pero también hablaremos de cosas domésticas, ya que de eso es que está compuesta la amistad.

Oh, cuántos de ustedes podrán recordar la fragancia de las primeras violetas de una primavera inglesa, los niños jugando, el rocío salado del océano sobre nuestros rostros al tiempo que oteábamos el horizonte buscando tierra, y ninguna aparecía. ¡Oh, todas las memorias de las que ustedes y Yo somos parte! ¡La incondicionalidad de los corazones que creían, cuando en nuestro interior nos preguntábamos si podíamos habernos equivocado! Estos son los lazos del corazón que unen. Estas son las amistades que perduran mucho después de que se han dejado caer las vestiduras de carne, y el alma ha entrado a nuevas experiencias.

Cuando les hablamos y agitamos estas memorias, ustedes podrán pensar, Oh, sí, él está en lo correcto, ¡él es un amigo! Él está tan cerca de nosotros como lo estamos el uno con el otro, y muy dispuesto a ayudarnos.” — ¡por lo que lo estoy! Esto es lo que Me gustaría que ustedes sintieran: ¡QUE LOS AMO! ¡LOS BENDIGO! ¡LES DOY LAS GRACIAS!

Diario de el puente a la libertad – Saint Germain