El cerebro físico es el instrumento de contacto con el mundo de la forma. Es un mecanismo complejo cuyo detalle intrincado, complejo, nunca ha sido plenamente entendido o descubierto por el mundo científico de ninguna era desde que los Grandes Iluminados que gobernaron al planeta durante las Edades Doradas fueron retirados al Corazón y Espíritu del Gran Silencio.
Se les ha dicho que el cerebro es el primer punto de contacto en donde las ideas erradas comienzan a registrarse dentro de la conciencia de la corriente de vida individual. Para describir el cerebro desde el punto de vista de su significación y razón interna de ser, lo consideraremos como un Sol alrededor del cual están siete rayos representando a los seis sentidos y al rayo hacia el corazón físico, que con mucho debería ser el canal o conductor de fuerza más amplio y más poderoso.
La mente Divina, que es la conciencia completa de toda Verdad, deseó verter la Llama hacia dentro del corazón físico y luego dejó que la Llama brotara a través de estos Siete Rayos, hacia dentro de la estructura del cerebro, transmitiendo al ser personal la plenitud de toda Verdad, de acuerdo a su estudio o deseo particular del momento. En otras palabras, si alguien deseara expresar más belleza en música, esa parte de la Mente Divina relacionada directamente con la música fluiría hacia dentro del corazón y naturalmente hasta la estructura del cerebro y a través de los canales de los sentidos hacia el mundo externo, a medida que la manifestación de la Perfección, liberada desde la Mente Divina a través del individuo así escogiéndolo, la invocara.
En otras palabras, el propósito original de la estructura del cerebro con sus siete canales de fuerza, era ser un Sol irradiando a través del cual la Mente Divina pudiera verter una conciencia de Verdad siempre ensanchándose dentro del Universo. Cada genio del arte, música, cada inventor y cada gran estadista, que alguna vez haya servido a la gente en una capacidad permanente para el bien, ha usado consciente o inconscientemente la estructura del cerebro, como fue originalmente la intención, como un conductor de las Ideas Divinas, con los poderes de la creación, manifestando esa Perfección para el bien del todo.
¿De dónde viene la mente humana? ¿Son la mente humana y el cerebro humano sinónimos? En primer lugar los canales o rayos que avanzan desde el cerebro representan los sentidos – vista, oído, gusto, olfato, tacto, intuición – y los Rayos Divinos de Dios escogieron verter a través de estos sentidos más y más del Plan Divino de Dios, siendo los sentidos los instrumentos de creación. Sin embargo, a través de la distorsión e inversión de la Ley, los sentidos comenzaron a atraer hacia dentro de la estructura del cerebro los diversos reportes del mundo externo y los sentidos se convirtieron en una atracción magnética de las manifestaciones imperfectas desde fuera hacia dentro, hasta que el punto central donde se focalizan los sentidos dentro del cerebro físico, se convirtió en una masa conglomerada de impresiones reportadas al cerebro por estos sentidos imperfectos y esta masa conglomerada se convirtió en la mente humana. Esta mente humana no tiene realidad, no es verdadera, pero sin embargo forma las creencias, conceptos y el poder motivador detrás de los actos, los pensamientos y sentimientos de la gente. NO es sinónimo del cerebro que es una estructura física compuesta de átomos y células, sino que es una masa de conciencia de pensamiento y sentimiento, atraída hacia dentro del cerebro y que luego trabaja a través de los sentidos en el movimiento hacia afuera como el poder controlador de las experiencias de la corriente de vida.
Esta mente humana es una creación poderosa que no sólo es una entidad individual sino una entidad de la masa, que es el poder controlador del ser humano promedio. La Gran Presencia, tratando de dirigir a la corriente de vida, proyecta el Rayo de Luz hacia dentro del Corazón y respalda a este ser individual respirante, confuso, tan enamorado de sus propios procesos de pensamiento y sentimiento y que rara vez está consciente de la Voz del Silencio.
En el caso de los grandes hombres y mujeres que han servido al propósito de asistir al Plan Divino en las naciones, el poder Divino tuvo que elevar al individuo hasta un punto en donde su mente humana fuera silenciada y pudiera serle revelada la visión del plan Divino. Estas personas usualmente tenían poca acumulación en la estructura del cerebro y las Presencias dominadoras de los Maestros sostuvieron en suspenso el pensamiento humano hasta que la Visión Divina fue revelada dentro del corazón de la conciencia intelectual. Luego a través de los canales provistos por los sentidos a tales individuos les fue dada la oportunidad de traducir la idea a la manifestación física. Aquí ellos tuvieron que ser aislados en un óvalo de la Conciencia Crística para ver que la mente humana, de la cual ellos eran fundamentalmente una parte, no fluyera dentro y destruyera completamente la Gran Visión. Además de esto, tenía que haber un extraordinario flujo desde la Presencia y desde el Maestro dominando, para dar a tal ser la constancia y fuerza para permanecer verdaderamente con esta Visión hasta que fuera lograda.
Cuando un gran Movimiento Espiritual está a punto de tomar lugar, una gran aventura patriótica o cualquier misión que estimulará un impulso hacia adelante en la raza; este Flujo Divino toma lugar a través de la mente de la figura central que es escogida, debido a sus requisitos de pureza y fuerza; y en un grado menor, la misma visión es compartida con muchas corrientes de vida que tendrán la fuerza y poder sostenedor de esa Visión para su logro. Estos individuos reciben esta inspiración interna, usualmente desconocida completamente para los seres externos, hasta que ésta es iniciada por el Líder a quien ellos reconocen y cuya Verdad ellos han compartido en los niveles internos. De ese modo ustedes tienen un grupo de corrientes de vida constructivas que han saboreado la dulzura interna de una visión aún sin nacer y quienes pueden trabajar juntos en más o menos concordancia, de acuerdo a la armonía natural de sus seres para el logro de esa Visión.
La sabiduría de las edades, Puente a la libertad – Maestro ascendido Kuthumi
