Es sensato que el estudiante sincero evalúe sus activos intelectuales y espirituales. Debe tomar particular nota de sus “pasivos”, los cuales incluyen todas las tendencias humanas y debilidades, y debe tratar de erradicar estas de su conciencia, una por una, ya que, de lo contrario, éstas probarán ser los más grandes objetos de tropiezo para su progreso más adelante.
Jesús dijo: “Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, Yo le daré autoridad sobre las naciones”.
En toda decisión que se le presenta, si escucha a la “queda y pequeña voz interior”, seguramente escuchará al Maestro hablándole a su conciencia, aconsejándole en cuanto al procedimiento sensato y apropiado a seguir. A medida que el viajero se vaya haciendo cada vez más “viejo y sabio”, sentirá la proximidad de este amado mentor invisible, y si bien no podrá discernirlo con sus ojos físicos, incuestionablemente sentirá la radiación y el confort de esa Presencia amorosa, quien está tan desprendidamente interesada en su bienestar. El estudiante encontrará que el Maestro a quien ha estado buscando en el “exterior”, de hecho habita dentro de su corazón; y que, de hecho, está más cerca que “las manos y los pies, y que la respiración.”
Tomado del libro: Diario del Puente a la Libertad – Jesús
namaste
Gracias mis Angeles,Bendiciones.Amen.
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