Al igual que vuestro cuerpo físico, vuestros cuerpos mental, emocional y etérico, también están compuestos de miles de átomos. Cada átomo consiste de un núcleo central de fuego alrededor del cual una serie de electrones se mueven con una precisión altamente ordenada… así como los planetas giran alrededor del Sol. En sus traslaciones orbitales, estos electrones rotan, así como la Tierra rota sobre su eje en el período de 24 horas. La velocidad con que los electrones se mueven en sus traslaciones alrededor de la Llama en el centro del átomo y la velocidad con que rotan sobre sus ejes, determina la tasa de acción vibratoria de vuestros vehículos. La Mente de Dios determinó el tiempo y la velocidad con que los planetas circulan alrededor del Sol y la Tierra ha obedecido dicha Ley permaneciendo en su órbita y completando su rotación cada 24 horas dentro de dicha orbita, así como circula alrededor del sol en el período que llamáis de “1 año”.
De igual forma, en las Corrientes de Vida de los hijos de la Tierra, se había establecido un patrón perfecto para los electrones que se movían alrededor de cada átomo y en combinación con todos los átomos de los siete cuerpos, componen un Universo ordenado, así como un armonioso tono vibratorio y color. La tasa natural de vibración de los siete cuerpos de cada Corriente de Vida, fue establecido a una tasa tan alta que la imperfección, enfermedad, limitación o desarmonía no pueden asirse a estos rápidos cuerpos, tanto como no podría una nube de humo entrar en y/o formar parte del Sol físico.
Cuando la acción vibratoria de los cuerpos del hombre se redujo por debajo de su tasa natural, dejaron de tener la Fuerza repelente que su rápida Energía propia les proveía (Lo cual lucía como un tubo de Luz a su alrededor). Cuando el hombre disminuyó el calibre de sus mundos de pensamiento y sentimiento, disminuyo también la acción vibratoria de los cuatro cuerpos inferiores, hasta que estos se pusieron tan lentos en sus movimientos que cualquiera de las tasas de vibración destructivas generados por sus prójimos, podía fácilmente entrar dentro de y hacerse uno con ellos, al no haber ya ninguna rápida circulación de Luz electrónica que repeliera y desviara sus intrusiones.
He aquí la razón de porqué, cuanto más angustiado y desanimado se pone el hombre, tanto más se baja la acción vibratoria de su sistema y tanto más atrae dentro de sí la acumulación que vibra a esta tasa inferior.
Sólo existe una forma para que la Humanidad regrese al estado de inmunidad que fue simbolizado como el Jardín del Edén y es que, conscientemente inyecte Luz dentro de los cuatro cuerpos inferiores. Esa Luz actuará como una carga eléctrica a medida que fluye dentro de cada electrón, causando que esta gire más rápidamente en su órbita, gradualmente acelerando la tasa vibratoria de los cuerpos inferiores. Esta acción de ser sostenida, mediante un esfuerzo consciente, llevará a la Corriente de Vida a un estado en el cual la discordia y la imperfección ya no se registrarán.
El cuerpo estudiantil es como un tonto piloto que se sienta en la cabina de un avión último modelo y se pone a llorar copiosamente porque el aparato no despega, aunque no obstante, no acciona los controles que echarían a andar los motores. Si no mete la energía eléctrica dentro del gran motor, se quedará sentado allí para siempre.
Hijos queridos, tenéis los medios arbitrarios para salir de la discordia de la Tierra, ¿Por qué habréis de sentaros a llorar por vuestras limitaciones cuando, mediante el uso de la Luz ilimitada de Dios, podéis elevaros y ser libres? Si tenéis fe de que vuestro automóvil arrancará cuando giréis la llave, ¿Por qué no tener fe en la Llama triple en vuestros corazones para que eleve vuestra consciencia por encima de la discordia de la Tierra?
Electrones – Amado Mahá Chohán, Santo Aeolus