TEMPLO DE LA ASCENSIÓN EN LUXOR (Egipto)
ABIERTO DEL 15 DE ABRIL HASTA EL 14 DE MAYO DE 1959
Brillando como una estrella cósmica en medio de la efluvia de la creación humana, se yergue para “todos los que corren a leer” el magnífico Templo de la Ascensión, custodiado y guiado por el amado Serapis Bey y sus amigos Maestros Ascendidos. Ubicado en las riberas del Río Nilo (línea vital de la fertilidad de Egipto), este templo ha sido visitado a menudo tanto por el neófito cuanto por el estudiante en el sendero espiritual que busca mis Luz y entendimiento en su sendero individual de vuelta a Casa.
PRIMERA EXPERIENCIA
Después de entrar al patio externo del modesto edificio y ser-aliviado del calor de las arenas del desierto, el aspirante disfruta ilimitadamente de la fertilidad y belleza del patio interno, con su brillante follaje y sus gloriosas aves. Durante este breve lapso, a menudo olvida que ha solicitado audiencia con uno de los miembros más estrictos de la Jerarquía —Serapis Bey— ante quien es imposible ocultar creación humana alguna.
Al ser llamado a comparecer ante Serapis y encontrar que todas las impurezas conocidas y desconocidas de su corriente de vida se exteriorizan para que Él pueda evaluarlas, algunos pierden entusiasmo acerca de los requerimientos individuales de transmutar el morador de sus propios umbrales, y ansiosamente esperan la orden de Serapis para que las creaciones humanas, una vez más y por el momento, sean regresadas al ámbito invisible si bien no menos real para figuras y más suaves disciplinas de transmutación.
LOS SIETE TEMPLOS
Durante todo el tiempo que el neófito está en el Templo la Ascensión, se le dan ciertas disciplinas y estudios, pasando, así, templo a templo (siete en total) o él escoge regresar al mundo de la forma. Tal cual lo indica el amado Serapis, encarnación tras encarnación Él vé las mismas caras conocidas, y a menudo sonríe para adentro ante el progreso que dicha persona realizará.
Ahora, en este momento de crisis planetaria, cuando la Tierra en sí habrá de hacer su Ascensión en la Luz, el amado Serapis le da la bienvenida a todos aquéllos que tengan el deseo del corazón de ayudar en este Empuje Cósmico hacia el Sol del sistema —los mismísimos Helios y Vesta. Como de costumbre, muchos son llamados pero pocos los escogidos, como dijera Jesús hace tanto tiempo. El glamour de la admisión al Templo de la Ascensión es un tirón sobre el espíritu, pero menudo un balde de agua fría sobre la personalidad externa. En Luxor, no hay tiempo para “jugar” con la Ley Espiritual. Es la disciplina sostenida y constante hasta que el neófito se gradúa y es Libre-en-Dios.
SIRVIENDO Y APRENDIENDO
En Luxor, al igual que en todos los demás Retiros de Maestros Ascendido, el chela sirve a la Tierra y sus evoluciones acompañantes al mismo tiempo que aprende Auto-maestría. De esta manera, se evita la “glotonería” espiritual, y la práctica propiamente dicha de las Leyes así aprendidas le da a los chelas una mayor confianza en el uso de dichas Leyes, lo cual los ayudará en un servicio futuro. “La recompensa por servicio es siempre más servicio” —¡arriba y abajo! Disfrutemos ahora de la Llama de la Ascensión, no le temamos, y entremos a la presencia de Serapis como un Señor de Amor, lo cual, por supuesto, Él realmente es. Aquí, en el Templo de la Ascensión, con vista a las ruinas de estructuras hechas por el hombre sujetas a la decadencia, regocíjense de que el Templo de Serapis y, Su Hermandad nunca conocerá tal desintegración, ya que el mismísimo motivo sobre el cual fue construido fue y es AMOR DIVI NO, el más grande poder cohesivo en el universo.
RENUNCIA AL NIRVANA
Recordemos que Serapis Bey, al igual que otros de la Jerarquia Espiritual, voluntariamente renunciaron al Nirvana a fin de que pudiera sostenerse en la Tierra la Llama de la Ascensión, la cual constituye el camino de vuelta a Casa para todos aquéllos que temporalmente se han hundido por debajo del nivel de la armonía personal y paz sostenida.
Viendo la Llama de la Ascensión propiamente dicha en el glorioso Salón de la Llama donde se encuentra, custodiada por los Serafines y su Señor, Serapis Bey, demos gratitud hoy y durante este período de treinta días (15 de Abril al I4 de Mayo de 1959) a esa Llama de la cual Nosotros, Miembros de la Hueste Ascendida, utilizamos, y la cual cada uno de ustedes también utilizará con tal felicidad y júbilo algún día muy pronto, cuando su curso en la Tierra haya concluido, y estén listos y en capacidad de lograr su Ascensión en la Luz.
EL MORYA
El Puente a la Libertad – Serapis Bey
