(El Puente, Agosto de 1954) Don: Dignidad Espiritual, ecuanimidad, equilibrio, balance.
El hombre al cual se le bendice con el don del Espíritu Santo a través del Séptimo Rayo, es aquel que realiza su Herencia Divina como un heredero real de la Naturaleza Divina del Padre, y cuyos pensamientos, sentimientos, palabras habladas y acciones constituyen un ceremonial rítmico mediante el cual el precioso regalo de la Vida es atraído, calificado y descargado para expandir las fronteras del Reino de Dios.
Tal persona se habrá convertido en el representante del Altísimo, distribuyendo pródigamente su propia Vida calificada y, en verdad, doquiera que va, se manifiesta un sol expansivo de la viviente sanadora, opulente y bella Presencia de Dios.
LAS COSECHAS DE LA VIDA
(El Puente, Septiembre de 1954)
Añoro el día en que la esfera individual de influencia de cada estudiante esté tan balanceada, tan equilibrada, tan armoniosa, que las tremendas energías almacenadas del Cuerpo Causal de cada uno puedan ser conducidas a través del aura personal para bendición del individuo y de la raza cuyo momentum de poder sanador, de precipitación, de iluminación acopiados a lo largo de muchas edades están prestos y a la espera de la armonía ininterrumpida del ser externo. Y Yo estoy a la espera de ese día para ver el regocijo cuando la cosecha esté en manos de los fieles.
Diario de el puente a la libertad – Saint Germain