El monte del logro y el servicio cooperativo del maestro y estudiantes

Enero, 1953

AMADOS AMIGOS DE DIOS:

Les saludo, en este día, en el Nombre del DIOS UNO, a Quien todos nosotros representamos según nuestra capacidad para comprender Su naturaleza e incorporar Sus cualidades.

Ustedes están aquí porque eligieron, voluntariamente, ofrecer sus corrientes de vida a ese Dios, con la finalidad de conocer Su Propósito y promover Su Voluntad y Designio sobre esta dulce Tierra, que ha sido durante tanto tiempo Nuestro hogar.

¡Muchos son los peregrinos, girando alrededor del Monte del Logro, desde cuya cima el alma asciende a la Presencia Espiritual inmortal y se convierte en el Poder Maestro del Universo! En el largo período durante el cual la corriente de vida anda a tientas entre la maleza de la base de la montaña, un Guía invisible camina a su lado, y la amable luz de la Presencia y del Guía se unen para formar el manto de protección alrededor del peregrino y del impulso espiritual que incita al alma a continuar con sus esfuerzos. Es el Fuego Sagrado de la Creación el que ancla al neófito en la determinación de persistir en la escalada, y el que protege de los peligros del karma retornante – disipándolo por el poder transmutador del Amor Divino.

No hay palabras que puedan describir el servicio, el altruismo, la constancia de Los Hermanos que voluntariamente han renunciado a la feliz liberación de los Ámbitos Superiores para guiar a la humanidad en su viaje, hasta que llegue el momento en que estén, cada uno de ellos, en el pináculo del Monte Sagrado y vean a DIOS cara a cara.

Existen, por supuesto, escaladores solitarios, que rechazan tanto la ayuda de los guías como la oportunidad de servir a aquellos que están por debajo de ellos en el Sendero, pero de éstos Nosotros no nos ocupamos. Nuestros esfuerzos van a unir a aquellos hijos e hijas de los hombres que eligen – sin importar el costo individual – unificar sus energías con las Nuestras y acelerar el día en que la última corriente de vida de esta evolución atraviese las místicas nubes, en la cima del Monte, y se alce radiante en la Presencia de su Divinidad.

La Corte Interna de Nuestro Señor Sanat Kumara está compuesta por esos Inmortales Seres Divinos cuyas energías de vida están voluntariamente dedicadas a la resurrección y redención de la raza.

De vez en cuando, chelas de Dios que tuvieron el privilegio de OBSERVAR esta Corte Interna en acción, se esforzaron por establecer, en el mundo de la sustancia y de la forma, una corte externa que incorporara Su propósito, Su naturaleza y Su servicio a la vida.

Estoy tratando de prestar ese servicio a la vida a través de aquellos de ustedes que han respondido al poder magnético del amor de Nuestro Señor Mahá Chohán. El Amado Sanat Kumara ve con beneplácito Nuestros esfuerzos. En tanto existan unos “pocos” individuos deseosos de transmutar las energías personales de sus propias corrientes de vida, y de esforzarse por combinar esas energías con una causa común, dicho cuerpo espiritual perdurará. El sacrificio personal e individual de cada unidad está en la sublimación de su propia naturaleza hasta un punto en que las energías combinadas de la actividad grupal puedan ser un INSTRUMENTO de la Voluntad de Dios.

Por ejemplo, en el proceso con el que se elabora el cristal, la MEZCLA de los elementos naturales es esencial para tener una “superficie reflejante” la cual, con cierto grado de precisión, represente la figura que esté ante él.

Para tener una Empresa Espiritual que “refleje” la Voluntad de Dios y “proyecte” la naturaleza de la Gran Hermandad Blanca, los elementos naturales de cada corriente de vida deben también combinarse en un esfuerzo armonioso y cooperativo. Si un elemento insiste en predominar a expensas de los otros, el “cristal” se distorsiona. Cada corriente de vida privilegiada con ser una parte de esta empresa tiene un ELEMENTO NATURAL necesario para un cuerpo cooperativo eficaz. Si el proceso de mezcla requiere demasiado de la naturaleza del estudiante, ese estudiante, en algún momento, se irá, y el Maestro entonces intentará asegurar que otra corriente de vida con un elemento parecido tome su lugar.

¡PERSEVEREN! Y que Dios MAGNIFIQUE SU BONDAD y BENDIGA ESTA EMPRESA… ¡que la sombra de NINGÚN ego se interponga en la Luz de Nuestra Esperanza!

Tomado del libro: El primer rayo – El Morya – Recopilado por Thomas Printz